Fuad Siniora, que el miércoles fue designado para volver a ocupar el puesto de primer ministro por el recién elegido presidente, Michel Sleiman, comenzará mañana la formación de su gobierno, dijeron hoy fuentes oficiales.
Siniora, que contó con el apoyo de los diputados de la mayoría, no obtuvo ninguno de la oposición, que continúa viendo en su designación una provocación y un desafío, a pesar de que su nombramiento tuvo lugar según las reglas constitucionales.
"No se trata de un desafío, sino de la voluntad de abrir una nueva página, la de la reconciliación, y aplicar el discurso de investidura del presidente (Sleiman)" afirmó el líder de la mayoría parlamentaria, Saad Hariri.
En un discurso pronunciado en un tono conciliador poco después de su nombramiento, Siniora remarcó que su ejecutivo será el de "todos los libaneses" e instó a aferrarse al Acuerdo de Doha, que prevé la formación de un gobierno de unidad nacional.
"Todo lo acontecido en Líbano debe servirnos para estudiar el pasado y aprender una lección, así como curar las heridas, superar las divisiones y no recurrir a la violencia", aseveró.
Sin embargo, la oposición continúa reticente a su nombramiento, como quedó de manifiesto con las declaraciones del general cristiano Michel Aún, jefe de un importante grupo parlamentario, que aseguró que participará en el Gobierno como oposición.
Pos su parte, desde Hizbulá han recordado que Siniora debe respetar el Acuerdo de Doha "a nivel de la distribución de las carteras".
Dicho acuerdo prevé un gobierno de 30 miembros, 16 para la mayoría, 11 para la oposición y tres para el presidente, lo que permitirá a los opositores vetar cualquier decisión del ejecutivo.
El primer reto del nuevo primer ministro será, pues, formar un gobierno en el que todas las fuerzas activas del país estén representadas y además queden satisfechas con el reparto de las carteras.
Antes de empezar, y como es costumbre en el país, Siniora se ha reunido hoy con sus antecesores en el cargo.
