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«Fue frustrante no encontrar a Marta en el Guadalquivir»

El teniente coronel Rodríguez Claudio será relevado en unos días al frente del II Batallón de la Unidad Militar de Emergencias, la unidad de élite -aunque la expresión parezca sacarle los colores- en la que ha dirigido a 602 efectivos, 26 de ellos mujeres, durante los últimos cuatro años. Recibe en el pasillo, sin protocolos, bromeando con quien será su sucesor y con varios subordinados. Está a punto de asistir a un acto interno que supondrá su despedida de su batallón, en la intimidad, antes del relevo oficial en el mando del Batallón de la UME el día 14.

el 06 dic 2010 / 19:10 h.

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El escudo del II Batallón de la UME y la bandera de España presiden el despacho de Rodríguez Claudio.
-En estos cuatro años ha asistido a más de una veintena de graves emergencias, pero lo que se recordará es la búsqueda en el río de Marta del Castillo. ¿Cómo recuerda aquello?
-Tengo el recuerdo de un sábado de febrero en que el delegado del Gobierno nos convoca y el teniente general jefe de la Unidad de Emergencias me ordena asistir. Y luego, la magnífica coordinación del jefe de la Policía Judicial, el coronel de la Guardia Civil, la Unidad Adscrita, Bomberos y Autoridad Portuaria. Fue un dispositivo magníficamente ejecutado que se iniciaba al amanecer y finalizaba al anochecer.

-¿Fue difícil, al margen de las implicaciones emocionales y de la presión para encontrar el cuerpo, o desde un punto de vista estrictamente profesional fue una labor de rutina?
-Una tarea de emergencias es rutinaria. Siempre nos empleamos con todos nuestros medios, pero somos personas y en estas intervenciones empleamos todas nuestras fuerzas. Así lo hicimos aquí también. Anímicamente era diferente, pero todas las emergencias lo son unas de otras.

-¿Fue frustrante no hallarla?
-Indudablemente, para todos, a la familia le hubiera gustado y era a lo que habíamos ido, a una tarea de rescate, y no fue así.

-El principal acusado insiste en que arrojó el cuerpo al río. ¿Cabe la posibilidad de que esté allí y no haya sido encontrado?
-Es una valoración difícil, no sería capaz de decir que está ni que no está. Sí puedo decir que la buscamos con total intensidad, barrimos las orillas, recorrimos el río al completo de forma minuciosa, cuatro veces cada orilla, haciendo un trabajo y un esfuerzo importantísimo, físico y mental, sábados y domingos... Es verdad que el río es como es y las mareas hacen muy difícil la búsqueda, pero se usó lo mejor que había, profesional y técnicamente.

-El batallón acude también a incendios, inundaciones... ¿Qué es lo más complicado?
-Todas son diferentes, estuvimos en Ceuta en las inundaciones de 2008 y el Estrecho estaba cerrado. Pasar a Ceuta con un fuerte temporal de levante, en barco, con la incertidumbre de si íbamos a pasar o no... Igual de complicado puede ser estar toda la noche conduciendo para llegar a Almería a los grandes incendios forestales del año pasado. Me preocupan más los grandes desplazamientos por carretera de noche, porque son muchas horas, aunque los conductores tengan relevo. Es curioso, pero me preocupa más la carretera que la emergencia.

-Habrá situaciones peores.
-Las meteorológicas son más previsibles gracias a la Agencia de Meteorología, que nos informa con tres días vista y se puede trabajar con previsión. En incendios forestales vas viendo el riesgo, pero es más difícil que en las inundaciones o las nevadas. En principio, porque luego viene una gran nevada y te sorprende. Al final, lo importante es volver y que no haya víctimas, lo demás tiene arreglo.

-¿Qué tiempo de reacción tiene esta unidad?
-El elemento de reconocimento sale en 15 minutos, primera intervención en una hora; segunda intervención en 2 y media y el batallón está funcionando en un máximo de 6 horas. Todo son tiempos máximos, en realidad lo hacemos prácticamente en la mitad. A veces lo más complicado es llegar a nuestra base: primera intervención está aquí, pero el resto se tiene que incorporar. Hace años hubo inundaciones en Utrera, estaba cortado para llegar y nos afectó igual la emergencia. No somos superhombres.

-Es un cuerpo de élite ¿Cómo lo calificaría del 1 al 10?
-Yo no me considero un cuerpo de élite, somos una joven unidad que procuramos instruirnos y adiestrarnos para ir mejorando. Somos militares preparados que hacemos un trabajo con humildad.

-¿Hay demanda para entrar?
-Muchísima, para la última vacante hubo 90 peticionarios.

-¿Necesitan una especial preparación psicológica?
-Sí, al margen de la preparación física y técnica, que seguimos desde el teniente coronel hasta el último soldado, es importantísimo estar preparado para aguantar muchas horas de cansancio, de saber cuándo vas pero no cuándo vienes, y a veces ni siquiera adónde vas. Todos sabemos que cuando suena el sms o la llamada no hay más que pensar, dejamos a nuestra familia, que a veces nos pregunta dónde vamos y les decimos: "pues no sé".

-En los últimos años, el Ejército destaca la importancia de las misiones internacionales.Su unidad tiene un perfil más interno. Véndame esa otra faceta.
-Las Fuerzas Armadas siempre han trabajado en las emergencias, pero ahora tenemos una preparación adecuada para prestar apoyo a nuestros ciudadanos. Aunque hemos estado en Haití este año, la UME también participa en misiones internacionales.

-Como en todo, acabarán con deformación profesional. ¿Tiene aleccionada a su familia para inundaciones o incendios?
-(Risas) Soy como cualquier padre de familia, les digo que apaguen la luz y cierren las puertas.

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