El presidente de RGD MAPE se enorgullece de haber conseguido que sus máquinas empaquetadoras 'made in' Sevilla se vendan por todo el mundo. Precisamente la apertura de nuevos mercados es uno de sus objetivos, a pesar de la coyuntura actual.
-¿Cómo acaba un italiano como empresario en Sevilla?
-Desde joven, tuve siempre la idea de trabajar en España. Llegamos hasta Sevilla porque hicimos un estudio de mercado para ver dónde podíamos fabricar nuestra maquinaria. La época era muy dura, porque entonces todo el tema del empaquetado se hacía a mano y vimos que Andalucía tenía mucho recorrido en este sentido. En concreto, nos instalamos en 1975.
-¿A qué se dedica su empresa?
-Fabricamos maquinaria para empaquetar todo tipo de productos con tecnología propia. Fuimos los primeros en España en empaquetar los mantecados de Estepa. Vimos que en Andalucía había muchas empresas de pastelería y por eso decidimos instalarnos aquí.
-¿Cómo fue evolucionando la firma desde 1975?
-Los primeros años fueron muy duros porque no había medios y todo era un dilema. Desde el principio me sentí querido aquí y con ganas de hacer cosas. La primera fábrica la montamos en el polígono Navisa. Cuando aumentamos el volumen de negocio, compramos una instalación más grande en El Pino y, por último, ya en 2000, montamos una fábrica con la última tecnología en el Parsi. Precisamente ésta es la última inversión que hemos realizado. En estos años hemos conseguido colocar nuestra maquinaria por España y luego dimos el salto internacional.
-¿Dónde se pueden encontrar sus máquinas en el exterior?
-En mercados como Australia, México, EEUU, Brasil o los países árabes. Al principio nos encontramos con un problema a la hora de exportar, porque al decir que las máquinas se fabricaban en España era más difícil venderlas, porque pensaban que eran malas, ya que en el país no había tradición de fabricación de este tipo de productos, frente a Italia. Incluso en los inicios llegué a mandar las máquinas a mi país de origen para poder venderlas desde allí. Mi mayor orgullo como empresario es haber podido vender finalmente la maquinaria desde Andalucía.
- ¿Cuál es su posición en el mercado?
-Estamos entre los primeros de España y en Andalucía somos lo únicos que desarrollamos maquinaria para empaquetar. Los principales competidores están en Italia. Hay 300 fabricantes de esta maquinaria en el país. Dentro de España, existen algunas empresas en el norte, sobre todo en el País Vasco y en Cataluña.
-¿Cuáles son sus principales clientes?
-El abanico es bastante amplio. Va desde la industria farmacéutica hasta la agroindustria. Como hacemos máquinas de todos los tamaños, nuestra clientela es diversa. Prácticamente todo lo que se puede ver en un supermercado empaquetado puede haberse realizado con una de nuestras máquinas.
-¿Cómo afecta a una empresa como la suya la coyuntura actual?
-La crisis la nota todo el mundo. A nosotros nos ha fastidiado principalmente la fortaleza del euro frente al dólar a la hora de vender en el exterior. Decimos siempre que cuando hay competencia, en los momentos buenos, hay que mejorar y ofrecer la última tecnología, mientras que en época de crisis hay que intentar mantenerse y superarla. En cualquier caso, estamos intentando abrir mercados. Tenemos máquinas en la India o Sudáfrica y la crisis no nos frena a ello.
-¿Cómo acabará el año?
-Esperamos no caer en el negocio y que éste se anime con la feria de la hostelería y la panadería que se celebra en octubre en Sevilla. Esperamos poder captar nuevos clientes cuando éstos conozcan nuestra tecnología y crecer a partir de ahí. En cualquier caso, no nos asusta la crisis, la esperábamos desde hace años, porque España estaba creciendo a una velocidad tan grande que el parón tenía que venir en algún momento. Todos los países han pasado por esto y es difícil escaparse de un ajuste así.
-¿Qué mercados están ahora entre sus objetivos?
-Estamos abriendo el mercado de Rusia, que es muy interesante, y hemos participado en distintas ferias internacionales para dar a conocer nuestros productos, como la de Berlín o la de Düsseldorf.
-¿Cómo se distribuye su negocio?
-El 30% de las ventas se da en los mercados internacionales, aunque esperamos que el porcentaje aumente de aquí a unos años. Del restante, el 80% se genera en Andalucía. Somos grandes especialistas en el sector hortofrutícola, en Almería, por ejemplo, tenemos mucha presencia. Es curioso, porque he viajado a otros países y he visto pimientos de Almería empaquetados con mis máquinas.
-¿Qué planes maneja para el futuro?
-Siempre hemos invertido para poner en marcha más puestos de trabajo, directos e indirectos. En estos momentos no descartamos montar alguna sucursal en el extranjero y abrir más mercados. Tengo dos hijos que van a seguir dentro de la empresa, uno con la sede, que se encuentra en Sevilla, y el otro en Italia, en Verona, donde contamos con otra fábrica.
-¿Deslocalizará la producción?
-Abrir sucursales en países emergentes como la India o Rusia sí, para montaje o asistencia, pero no para fabricar. Esa actividad se mantendrá en Sevilla y Verona.
-¿Qué importancia tiene la innovación en su empresa?
-Tenemos que estar al tanto de todo lo nuevo que sale. El objetivo es bajar los costes de la mano de obra a través de maquinaria. Así, ofrecemos al cliente productos para que sean más competitivos.
