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Funcionarios acorralan a Junta, CCOO y UGT en la firma del pacto del sector público

Los líderes sindicales y la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, firmaron el acuerdo para modificar el decreto de reordenación del sector público entre gritos de "vendidos" o "no nos representáis" y "Aguayo dimisión".

el 29 oct 2010 / 07:44 h.

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Los trabajadores de Torre Triana increparon a la consejera y a los líderes de UGT y CCOO.

La división entre los empleados públicos por el decreto de reordenación del sector quedó claramente de manifiesto ayer en el edificio Torre Triana de Sevilla, sede de tres consejerías, donde los funcionarios que allí trabajan recibieron entre abucheos a los líderes de UGT y CCOO que acudían a firmar un acuerdo para modificar el decreto con la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, que también escuchó gritos de "dimisión" y "esto sí que es una dictadura".

El acuerdo se alcanzó en el marco de la Concertación Social pero en contra de los sindicatos de funcionarios CSIF, SAFJA y USTEA. Los trabajadores de Torre Triana increparon a los responsables de UGT y CCOO, Dionisio Valverde y Francisco Carbonero respectivamente, al grito de "vendidos" y "no nos representáis". Abucheos y pitos acompañaron a los representantes sindicales desde su entrada en la Consejería, donde un grupo de trabajadores les impidió el acceso al ascensor, por lo que tuvieron que ser escoltados por el personal de seguridad hasta la sala, donde la rueda de prensa se celebró con los gritos de fondo.

Una vez allí, tanto Valverde como Carbonero y la consejera Aguayo defendieron que el acuerdo respeta todos los derechos de los funcionarios y del personal laboral de la Junta, ya que para ambos el traslado a las agencias será voluntario y cada uno conservará "su mochila de derechos", y aclara que los trabajadores externos de las empresas públicas que se integren en los nuevos entes, creados por absorción o fusión de esas empresas, no tendrán un puesto en la administración mientras no pasen por una oposición. No obstante, Carbonero detacó que el pacto también defiende su empleo frente "a los sindicatos corporativos que les importan poco esos 20.000 trabajadores".

De los 25.000 empleados afectados por el decreto, la mayoría son trabajadores externos de las empresas públicas y algo más de 3.000 funcionarios y laborales de la administración de la Junta, según reconoció Aguayo, quien también subrayó que la Junta mantiene abierto el diálogo con el sindicato mayoritario entre los funcionarios, el CSIF, ya que el acuerdo se verá en la Mesa general de Función Pública donde cuenta con representación.

Los sindicatos de funcionarios mantienen los recursos judiciales y las movilizaciones en la calle contra el decreto, al entender que abre una puerta falsa para el ingreso en la administración de trabajadores sin pasar por oposiciones según criterios de igualdad, mérito y capacidad, y que eso no se corrige en el acuerdo. Pero junto al contenido, también critican las formas, ya que la Junta aprobó primero la reforma del sector por decreto-ley y ahora "le da un lavado de cara" con un acuerdo sellado en el marco de la Concertación, donde sólo están UGT y CCOO que sin embargo no son mayoritarios en el sector.

Ante el ataque a su legitimidad, Valverde respondió que ambas organizaciones representar juntas "el 75% de la administración general de la Junta", un cálculo en el que incluyen al personal de Sanidad y de Educación, ya que entre los funcionarios de los servicios generales el sindicato mayoritario es CSIF, seguido de SAFJA. UGT y CCOO sí son mayoría entre los laborales.
UGT y CCOO dejaron claro que también se opusieron inicialmente al decreto y que la Junta se equivocó al aprobarlo sin consenso. "Firmamos este acuerdo convencidos de que repone derechos que creíamos perdidos y estos es fruto de la movilización, de la presión con cabeza y sobre todo con propuestas. Cuando el Gobierno las ha aceptado hemos firmado. No sabemos cuáles son las propuestas de otros sindicatos", recalcó Carbonero.

Tras la rueda de prensa, y con los trabajadores rebelados en la puerta, los servicios de seguridad aconsejaron a Aguayo -que se dirigía al Parlamento a presentar los Presupuestos-, esperar o salir por otra puerta, aunque tras unos minutos decidió afrontar el chaparrón, al igual que los líderes de sindicales, acompañados por gritos hasta la salida del edificio.
Desde SAFJA, el vicepresidente, José Manuel Mateo, señaló que "la gente está muy encrespada" aunque rechazó cualquier manifestación agresiva y defendió "ser contundentes con las protestas pero no maleducados". Desde CSIF, la presidente del sector Alicia Martos -que a esas horas participaba en una concentración convocada en Igualdad-, alegó que los trabajadores "están en su derecho de protestar contra dos sindicatos que les han traicionado".

 

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