La sección sindical de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) denunció ayer que los "continuos cortes del suministro eléctrico provocan el caos y la inseguridad en el nuevo centro penitenciario de Morón".
El sindicato señala en un comunicado que la nueva cárcel, inaugurada el pasado mes de julio, ha abierto sus puertas con numerosos "fallos y chapuzas", y entre otras deficiencias resaltan los "continuos" cortes de luz y las averías en la calefacción.
También afirman que hay fallos en el sistema contra los incendios y en el cierre de las celdas automáticas, lo que provoca que entre los funcionarios exista un clima de inseguridad y de desconfianza entre la población reclusa que podría afectar a la vida normal del recinto penitenciario. "Es habitual que nos llamen de vez en cuando los reclusos pidiendo que les cerremos la puerta porque les entra frío.
Además, si le das una patada a la puerta de la celda desde dentro o tocas la zona del motor, no llegan a cerrarse completamente, aunque en el ordenador refleje lo contrario", señala el sindicato.
Alarmas. Por otro parte, el sindicato denuncia cortes de luz y la activación continua de la alarma antiincendios sin ningún motivo aparente. Los cortes del suministro eléctrico y la falta de previsión al no dotar a los generadores del carburante suficiente hicieron que durante toda una tarde varios funcionarios permanecieran encerrados en los módulos ya que las puertas automáticas no podían abrirse. Además, los familiares que acudieron a visitar a los internos se quedaron encerrados más de media hora y los funcionarios que entraban a dar el relevo en el turno de noche no pudieron acceder al interior por culpa de los cortes de luz.
La higiene es también motivo de polémica en Morón, según el sindicato, que denuncia el hecho de que los nuevos grifos, instalados para evitar la legionella, son desmontados por los presos para convertirlos en 'pinchos' o armas punzantes de fabricación casera.
Además de las deficiencias de la cárcel, existe un grave "agravio comparativo". Así, señalan que mientras los reos tienen en cada celda un televisor de plasma de 17 pulgadas con TDT, además de la pantalla panorámica en la sala de día, "los funcionarios tienen una sala con televisores CRT, que casi no se ven y dan radiación".
