Realizar los informes de impacto de género que deben acompañar a toda la normativa andaluza, programar cursos en igualdad en los planes de formación dirigidos al personal de cada departamento, analizar desde la perspectiva de género las estadísticas producidas y manejadas en cada Consejería y aportar esta perspectiva a las políticas sectoriales que se promuevan será el trabajo de estas unidades, bajo la coordinación de la Consejería de Igualdad a través del Instituto Andaluz de la Mujer.
La consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno, Mar Moreno, sabedora de la impopularidad que en tiempos de crisis y austeridad administrativa supone toda medida que implique crear nuevas estructuras públicas, quiso dejar claro que la creación de las unidades de género no supondrá coste alguno porque "no implican un aumento de la relación de puestos de trabajo" de la Junta ya que estarán formadas por funcionarios que ya prestan servicios en las respectivas Consejerías. Serán elegidos por "su perfil, su formación especializada y su compromiso" con la igualdad, señaló Moreno, y las unidades comenzarán a funcionar en los próximos meses.
Se trata, dijo, de impulsar y coordinar unas actuaciones hasta ahora dispersas destinadas a "continuar removiendo los obstáculos" que encuentran las mujeres por el hecho de serlo y que en la práctica se traduce en una tasa de actividad 22 puntos por debajo de los hombres, una media de 5.400 euros de salario al año menos, una doble jornada que soporta el 80% de las trabajadoras y una sobrerrepresentación en la economía sumergida.