La primera exhumación de una fosa en Granada comenzó el miércoles y ni es la de García Lorca ni los dos cuerpos que se buscan tiene su fama. Son dos maquis que fueron fusilados en Moraleda de Zafayona por el ejército de Franco y la Guardia Civil y que ahora "podrán tener una sepultura digna".
La declaración pertenece a Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, colectivo que el miércoles se trasladó junto a tres arqueólogos a la localidad granadina para desenterrar los dos cuerpos después de más de medio siglo bajo la tierra. Fueron fusilados en 1950, diez años más tarde del final de la Guerra Civil española, en los que la represión franquista no cesó. "Hemos comenzado las excavaciones a primera hora de la mañana -detalló Macías- y como está bastante documentado cómo fueron fusilados estos dos guerrilleros esperamos que en poco tiempo, puede que incluso mañana, hallemos los cuerpos".
La asociación aún no ha solicitado al juzgado permiso para exhumar los cuerpos. "Debemos esperar a localizar la fosa, luego pediremos que los restos sean custodiados por la Policía Judicial hasta que se identifiquen y puedan ser devueltos a sus familiares", comentó Macías, quien explicó que esta actuación surge tras la solicitud presentada por la familia a la asociación, que a su vez la presentó en su día a la Audiencia Nacional junto al resto de peticiones de exhumación de otros familiares.
Ricardo Moles Moles y José García Muñoz fueron fusilados el 28 de octubre de 1950. Ambos eran maquis de la Agrupación Roberto (Agrupación Guerrillera de Málaga-Granada). Por aquellos días fueron sitiados por la Guardia Civil y fuerzas del ejército franquista en la conocida Cueva de la Ahumada, en el Paraje Cuevas del Turro, del término municipal de Moraleda de Zafayona. Esta localidad, de apenas 3.000 habitantes, está en plena sierra al oeste de la provincia de Granada a unos 35 kilómetros de la capital.
Según el relato de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, "ambos se ocultaron en aquel lugar ya que uno de ellos, Moles Moles, era oriundo del pueblo y el otro de la cercana localidad de Agrón". Esto les permitía estar en contacto con sus familiares y con varios enlaces de la guerrilla de la zona. "La emboscada se produjo tras la denuncia de un pastor contra el que los dos guerrilleros abrieron fuego al confundirlo con fuerzas franquistas. Minutos después, éstas acabaron con sus vidas", según el relato.
"Está muy documentado que los fusilaron frente a una caseta que ya no está pero que se sabe dónde estuvo y junto a la puerta antigua del cementerio, por eso esperamos encontrarlos pronto", aseguró Macías.
El vicepresidente de la asociación reclamó más atención a las víctimas "que no se apellidan García Lorca" y reclamó a la Universidad de Granada "que la misma prisa que se ha dado en decir que pone todos sus medios para la recuperación del cadáver del poeta se la dé también en actuar en casos anónimos". "La exhumación de fosas debería estar garantizada desde que se aprobó la Ley de Memoria Histórica por las Administraciones Públicas y también la Junta debería hacer más porque nos hemos tenido que trasladar desde más de 500 kilómetros para hacer algo que podría estar realizándose desde aquí", criticó.
La fosa donde yacen Moles Moles y García Muñoz es la primera que se exhuma en la provincia de Granada. Esta asociación ya excavó hace una semana otra fosa en Calañas (Huelva) donde hallaron once cadáveres de fusilados del municipio del Cerro del Andévalo.