La película mexicana Revolución protagonizó ayer la jornada de la Berlinale, fuera de competición, con una serie de diez cortos de una nueva y pujante hornada de cineastas, encabezados por Carlos Reygadas, Fernando Eimbcke, Diego Luna y Gael García Bernal.
El filme mexicano marcó una jornada de fuerte sabor latinoamericano en la que se estrenaron Besouro (Brasil) de Joao Daniel Thikomiroff y la argentina Por tu culpa, de Anahí Bernerí.
En el año en que se conmemora el centenario de la Revolución Mexicana, diez exponentes de la nueva narrativa cinematográfica reflexionan sobre el estado del país, un siglo después, y sobre “si en realidad hay algo que celebrar”, explicó en rueda de prensa el productor, Pablo Cruz.
Un niño al que se impone a golpes la fe cristiana, un nieto de Pancho Villa que se ve utilizado por la política, un emigrante que quiere ser enterrado en su patria y una cajera de supermercado que cobra su sueldo en vales de compra son algunos de los rostros de Revolución, proyectada en la sección Berlinale Special y que no se estrenará en México hasta el 20 de noviembre.
Mariana Chenilla, Amate Escalante, Rodrigo García, Fernando Naranjo, Rodrigo Plà y Patricia Riggen completan la selección de nuevos talentos escogidos para profundizar en “si la revolución sirvió de algo”.
García Bernal, el más conocido de todo el grupo, explicó que los únicos parámetros de los cineastas fue que abordaran, desde un punto de vista contemporáneo, “dónde queda la revolución hoy” y que se hiciera en un tiempo inferior a los diez minutos. Asimismo, explicó que los realizadores optaron en su momento por “hacer preguntas más que dar respuestas” y plantear el interrogante de “qué país queremos ser”, en lugar de realizar un ejercicio revisionista de los acontecimientos del pasado.
El cortometraje de García Bernal aborda la exaltación de la bandera y del crucifijo como símbolos que se “imponen” durante el “despertar infantil” y que dejan a los niños “poco espacio” para hallarse a sí mismos.
Sobre su nueva faceta como director, el mexicano aseguró que su profesión es la de actor y que sólo busca dirigir “de vez en cuando” y solamente cuando tenga “una historia que contar”.
Por su parte, Reygadas se destacó como muy crítico con la situación actual de su país al afirmar que la revolución “no es nada, es un desastre, un infierno”.