En un entorno de incertidumbres económicas y "tiempos difíciles", la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) teme una espiral de conflictividad laboral. Y dado que la provincia de Sevilla votó mayoritariamente a los socialistas, pide a los gobiernos socialistas que la compensen con más inversiones.
La conflictividad laboral que, tras cuatro años de paz social, ha retornado al campo sevillano, donde se negocia un nuevo convenio colectivo con una fuerte subida salarial como principal reivindicación de los sindicatos, le sirvió ayer a Antonio Galadí, presidente de la CES, para pronosticar, ante la asamblea general anual de la patronal, un "calentito" 2008.
"Tenemos que encarar un año marcado por las incertidumbres [económicas] y, sin duda, puede ser caliente en el terreno laboral". Lo que ocurre en el agro, advirtió, es anticipo "de los momentos que nos quedan por vivir" y, frente a ello, es necesaria, más que nunca, la unidad empresarial. Eso sí, diálogo, con todos, espetó un Galadí que pidió apoyo público contra la desaceleración económica.
Si la provincia de Sevilla votó a los socialistas, que los gobiernos socialistas de las administraciones central y autonómica compensen a Sevilla y su provincia. No lo dijo tal cual, pero esta sentencia resumió su discurso.
Galadí, que combinó en su alocución severas críticas al Ayuntamiento hispalense con peticiones a los ejecutivos recién salidos de las urnas, consideró que el "masivo respaldo" cosechado en la provincia por el partido gobernante "sea aval suficiente para que se nos tome en serio, de una vez por todas, a los sevillanos en temas como la capitalidad o las inversiones". Los socialistas de la provincia, agregó, deben defender "con valentía" ante la Junta de Andalucía "el que Sevilla no les ha defraudado". En este contexto, recordó los 4.782 millones de euros que, según indicó, se arrastran como "déficit" de inversión pública.
Es más necesaria que nunca la compensación porque, argumentó, se avecinan "tiempos complicados y difíciles" que se extenderán hasta bien entrado 2009. "En 2007, ya percibíamos que se iba a terminar un ciclo positivo para la economía". Así ha sido, y ahora, ¿qué? ¿Cómo afrontar un panorama marcado por la ralentización del ladrillo, el aumento de la inflación, el mayor endeudamiento familiar, un mercado laboral "que da ya señales de alarma y un sector financiero no permeable" a las necesidades de la empresa?
El patrón de los patronos sevillanos caminó, entre otras vías, por las de la moderación salarial, contrataciones más flexibles, mejorar la fiscalidad de las empresas, estimular la actividad productiva e incrementar las inversiones públicas, sobre todo en las infraestructuras. Y aquí, un matiz de significativa importancia.
En efecto, la CES, al igual que la patronal andaluza CEA semanas atrás, marcó ciertas distancias con la casa madre de las empresas españolas, la CEOE, pues Galadí criticó que esta organización, junto con los sindicatos, haya pedido al Ministerio de Trabajo que el plan de choque -anunciado pero aún no publicado- para hacer frente a la caída del ladrillo sea coyuntural y sin cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
