Tanto años de "entrega" a las Glorias tuvieron ayer su recompensa. La periodista Irene Gallardo emocionó anoche al público presente en la Catedral con un pregón de vivencias y devociones sinceras.
Mes a mes, Gallardo trazó, enhebrando el verso y la prosa, un recorrido por el calendario de procesiones letíficas de la ciudad, en el que sacó a relucir su amor a María y su corazón cofrade, credenciales que la han aupado este año al atril de las Glorias.
La periodista situó el arranque de su pregón en la misma Catedral, con el relato de la historia de un judío, agrio y malhumorado, que un día tornó sus imprecaciones contra la Virgen del Reposo ("¡Noramala lo pariste!"), por un piropo en forma de ángelus ("¡Norabuena lo pariste!").
El de Irene Gallardo fue un pregón de vivencias, de "abuelas de ganchillo y bolillos", de "viajeras capillitas de madera" que presidían por un día los hogares de San Román. Por su texto desfilaron personajes tan recordados como Francisco Maireles, José María O'Kean, el padre Estudillo, el párroco de la Magdalena Antonio Domínguez Valverde o el músico Pepín Tristán.
La periodista denunció la "ruinosa" situación de Santa Catalina, recordó devociones fervientes hoy cubiertas por el manto del olvido, y dedicó unos hermosos versos a su hijo Falete, pastorcito de cinco años en el rebaño de la Rosa de Santa Marina.
