Menú
Local

Gallardón pierde el pulso ante Aguirre

Todo parece indicar que por fin mañana el líder del Partido Popular dará a conocer las listas para las elecciones del 9-M, cuya composición está envuelta en el mayor de los misterios y tiene literalmente en un ¡ay! a los que aspiran a repetir y nadie les ha dicho todavía esta boca es mía.

el 14 sep 2009 / 22:43 h.

Todo parece indicar que por fin mañana el líder del Partido Popular dará a conocer las listas para las elecciones del 9-M, cuya composición está envuelta en el mayor de los misterios y tiene literalmente en un ¡ay! a los que aspiran a repetir y nadie les ha dicho todavía esta boca es mía. Parecían olvidados los métodos del célebre cuaderno azul de Aznar, pero la historia se repite y de nuevo estamos ante una forma de proceder que en la práctica ningunea a los órganos del partido competentes en la selección de candidatos por cada provincia.

Pero de todo el enigma que con tanto celo guardaba Mariano Rajoy lo único relevante era el caso de Alberto Ruiz-Gallardón. Anoche se conoció que no figurará en ningún puesto de la lista de Madrid. Lo demás, siendo como es de gran importancia para los militantes, no lo es tanto para la opinión pública que no se fijará en los nombres y en los detalles de cada candidatura. Es un hecho que el presidente del PP no ha conseguido imponer su autoridad ante Esperanza Aguirre.

La inclusión o no de Gallardón en la candidatura de la capital de España se había convertido en la prueba del nueve para Rajoy, que tenía que optar entre llevar en su papeleta a un candidato que aporta millares de votos, como lo tiene acreditado desde hace años, o claudicar ante los sectores más severos de su partido, a la cabeza de los cuales figura la presidenta de la Comunidad. Con ella triunfaron anoche quienes defienden la idea de una derecha monolítica, intransigente en los principios fundacionales de Alianza Popular y cada vez más separada del inmenso espacio de centro que a la postre suele decidir las elecciones. Mala noticia.

En el Partido Popular conviven dos sectores seguramente complementarios a la hora de arrimar votos, pero dispares en las políticas a aplicar por el centro-derecha. La apertura a los valores de la moderación y la tolerancia que representa Gallardón se compadecen mal con los postulados neoliberales de Aguirre y las posiciones más conservadoras de una buena parte de los inquilinos de Génova. La derecha civilizada que España se merece ha de venir de la mano de un PP renovado y firmemente decidido a abordar sin apriorismos los problemas que de verdad acucian a la gente de la calle.

Todas las encuestas están señalando empate entre los dos grandes partidos nacionales para el próximo 9 de marzo. Ganará aquel que haya conseguido mayor movilización de su electorado, y es evidente que a dos meses de los comicios se percibía una mas elevada agitación entre los seguidores del PP, mientras que los socialistas parecían como desencantados con su líder. Pero anoche Rajoy dio un gran paso atrás al descartar de su lista a un político capaz de atraer el voto de un amplísimo espectro de centro. ¿Cómo se explica que un partido se deje en la cuneta a quien en las municipales obtuvo el 56 por 100 de los votos?

Francisco Giménez-Alemán es periodista

  • 1