La tendencia al alza de la población reclusa "se está acelerando considerablemente", por ello la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, aseguró que se hace preciso pensar en una ampliación del Plan de Creación de Centros Penitenciarios.
En su comparecencia en la comisión de Interior del Congreso, Gallizo aseguró que en los nueve primeros meses de este año la población reclusa se ha incrementado un 7,2%, con 4.514 internos más, lo que supone un aumento superior al registrado en todo 2007. La responsable de Prisiones concretó con datos y porcentajes esta "tendencia al alza": de 2000 a 2008, el número de personas en régimen de privación de libertad ha pasado de 39.013 a 62.239, es decir, 23.226 más, lo que significa un incremento superior al 60% en poco menos de una década.
Estas cifras hacen pensar a Gallizo que el "esfuerzo" que hace el Gobierno puede "no ser suficiente" para absorber el impacto de las modificaciones legislativas que se están desarrollando, y que si sigue esta tendencia se tendrá que acometer una ampliación del Plan de Creación de Centros Penitenciarios 2005-2012, para incrementar tanto las celdas del régimen ordinario como las del abierto. Ante este panorama, Gallizo advirtió sobre la necesidad de reflexionar sobre si es razonable recurrir a la prisión, especialmente en el caso de las penas de corta duración y para las personas que han cometido un único delito. Actualmente hay 10.200 internos que cumplen penas inferiores a los tres años.
Gallizo recalcó que la tecnología facilita instrumentos de restricción de la libertad sin necesidad de internamiento e incidió en que los sistemas penitenciarios europeos están apostando por las penas de trabajo en beneficio de la comunidad. Para trabajar en este sentido, dijo, tendrían que implicarse las distintas administraciones para que haya una mayor oferta de plazas.
Medidas alternativas. El sistema penitenciario crece tanto en penas de prisión como en sus alternativas porque en los últimos años, de manera simultánea al incremento de los presos, también se ha producido un "espectacular" incremento de las personas condenadas a medidas alternativas, producto de los cambios legales, y así se ha pasado de 812 personas condenadas en 2000 a 39.335 en la actualidad. Un 43,5% de la población penada lo está a medidas alternativas, una proporción que sigue siendo no obstante baja en comparación con otros países de la Unión Europea.
Gallizo llamó la atención sobre el alto número de presos con enfermedades mentales -"las prisiones se han convertido en nuevos asilos para trastornados mentales", dijo- y consideró que si los "manicomios no eran la solución, menos aún lo son en la actualidad" las cárceles.
Críticas. Carmen Navarro, del PP, compareció también en la comisión de Interior del Congreso, e hizo hincapié en la situación de "hacinamiento" que se da en las cárceles, con una tasa de reclusos del 170% e incluso del 300% en algunos centros, lo que redunda en un elevado nivel de conflictividad. Estas críticas las rechazó Gallizo afirmando que los reclusos cumplen prisión en unas "condiciones dignísimas" y que el índice de conflictividad es bajo.
Desde CiU también se pidió que se frene el crecimiento de los presos, no sólo por ser un problema que, en opinión de la formación catalana, refleja un aumento de la delincuencia, sino porque "hacer más y más cárceles es muy costoso para el contribuyente". Gallizo replicó que no se debe a un problema de inseguridad, ya que las cifras de criminalidad se sitúan por debajo de la media de la Unión Europea, sino por el efecto "retardado" de las reformas del Código Penal y porque la duración de las penas es mayor.