La visita del Zaragoza es esperada por ver cuál es la reacción del equipo tras la mala imagen ofrecida en Mestalla. Ganar supondría serenar las aguas y, de paso, cambiar la perspectiva sobre el rendimiento del Sevilla en el Sánchez Pizjuán, donde la pasada Liga sólo ganó el 58% de sus encuentros.
No se esperaba que el Sevilla sumara el mismo número de puntos en su estadio que lejos de él. Sin embargo, esto fue lo que le sucedió la pasada campaña, cuando logró 35 en casa y otros 35 a domicilio. En total, 70 puntos y el premio de la clasificación directa para la fase de grupos de la Liga de Campeones. El objetivo esta temporada no será otro que volver a meterse en la máxima competición continental a nivel de clubes. Y dentro de ese objetivo hay dos metas: mantener el nivel como visitante, excepcional, y mejorar el que se vio en el estadio Sánchez Pizjuán.
El equipo de Jiménez batió todos los récords del club en lo referente a rendimiento como visitante (diez victorias, cinco empates y sólo cuatro derrotas), lo que le permitió erigirse, tras el intratable Barcelona de Guardiola, en el segundo mejor de la Liga lejos de casa. Inmejorable su papel. Sin embargo, en Nervión el sevillismo se quedó chafado con excesiva frecuencia. Once victorias, dos empates y hasta seis derrotas fue el bagaje del Sevilla, lo cual sólo le permitió ser el octavo conjunto más sólido en casa del campeonato. Ganó el 58% de sus citas, y este problema le impidió luchar por cotas mayores.
Ese flojo papel como local ha convertido la temporada 2008/09 en una de las más flojas que se le recuerdan al Sevilla ante su afición. Los datos lo dicen todo: analizando la centenaria historia del club, sólo en ocho campañas se llegaron a sufrir seis o más derrotas en casa (nueve en la 96/97, ocho en la 99/00, siete en la 67/68 y seis en la 60/61, 71/72, 94/95, 95/96 y 01/02).
Además, la temporada pasada del Sevilla fue la 27a de su historia en número de victorias logradas como local; la 38a en goles a favor; y, asimismo, la novena en goles recibidos.
Todo ello no hace sino recordar la necesidad de redoblar el esfuerzo para convertir el Sánchez Pizjuán en un fortín. Ganar los partidos de casa fue un hándicap la pasada campaña que urge superar desde ya. Tras la derrota de Mestalla, el próximo sábado frente al Zaragoza el equipo saldrá al campo con especiales ganas de lograr la victoria. Hacer sombra a los dos grandes favoritos al título de Liga, Barcelona y Real Madrid, obliga a no dejar escapar puntos de casa. Y es que hasta 22 de los 57 posibles volaron la temporada pasada, cifra claramente excesiva para todo aquel que aspire a conseguir cotas altas en el campeonato español.