Cofradías

Ganas de mantilla y peina sí, pero poco dinero también

Las tiendas del centro constatan el miedo generalizado a gastar.

el 26 mar 2013 / 23:55 h.

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Como una pesada losa. Así cae la crisis sobre algunas tradiciones. Vestirse de mantilla no está pasado de moda, dicen quienes trabajan en este negocio, y cada vez son más las jóvenes sevillanas que apuestan por escenificar el luto el Jueves Santo. Ganas hay, pero dinero poco. “Si el año pasado fue nefasto, éste está siendo peor”. Es el lamento casi unánime que se deja oír en las tiendas del centro especializadas en estos menesteres. No obstante, para contrarrestar la situación, las ofertas inundan las tiendas y a partir de 40 euros se puede comprar mantilla y peina. “Hoy quien no se viste es porque no quiere”, apostillan. María Rosa sostiene una mantilla en color marfil junto a dos compañeras de la tradicional Foronda. María Rosa sostiene una mantilla en color marfil junto a dos compañeras de la tradicional Foronda. “La cosa está bastante floja porque quien se viste le pide prestada la mantilla a la madre o a la tía”, explica Antonia Gutiérrez, de Bordados Carmen, en la calle San Eloy. “Antes por estas fechas la tienda estaba a rebosar y medio escaparate lo llenaban las mantillas, hoy tengo puestas dos y como algo testimonial”, relata. Cierto es que las ventas fuertes no se producen la misma Semana Santa, no se apura tanto, sino que se registran dos o tres semanas antes de esa fecha. En Foronda, todo un clásico en Sevilla que ya va por su tercera generación, quien más sabe de mantillas y peinas es María Rosa López. 41 años detrás del mostrador así lo avalan. Mientras atiende a una clienta –a la que aconseja que las mantillas antiguas, las bordadas a mano, deben guardarse en un rulo o en una caja, nunca en una bolsa de plástico– comenta que una mantilla “es una inversión” y que, “como parte de nuestras tradiciones, no debe faltar en casa de una sevillana”. Aunque hay trasiego de gente en la tienda, admite que las ventas están “muy flojas, muy tristes” y que la tendencia es a mirar mucho los precios y a llevarse una mantilla modesta. “Cada vez vienen más por la oferta de mantilla y peina por 58 euros porque no se pueden permitir adquirir una bordada a mano o de chantilly”. Las artesanales se pueden encontrar desde los 500 euros hasta lo que quieras pagar. 4.500 euros es la más cara que se puede lucir en esta tienda. Lo normal, gastarse entre 100 y 200 euros. Menos mal que las mantillas, además del Jueves Santo, tienen otro público, el de las madrinas. “Se casa mi hijo y quiero ir como manda la tradición”, explica una señora que ha venido de Paterna del Campo y espera su turno en el mostrador. “Hay dos cruces en el pueblo y vienen muchas chicas a comprarse la mantilla”. Rocío lleva dos décadas trabajando en Zadi, también en Sierpes, y nunca había visto tan pocas ventas. En su tienda, la oferta estrella, que ya instauraron el año pasado, es de 39,90 euros para lucir mantilla y peina. Reconoce que lo mejor funciona es “lo más baratito”, mientras mira al establecimiento, desierto, cuando lo normal debía ser que estuviese completamente “desbordado”. En Dizal hay más movimiento de clientes, pero también se quejan de la factura que está pagando el sector por la crisis. “Se han vendido mantillas, pero no como otros años. La gente busca las ofertas”. Constatan que este año y 2012 serán para olvidar porque se nota hasta en los complementos. “Intentan ahorrárselos, se prescinde de los guantes, se piden prestado los pendientes y el broche... Ahorro al máximo”, indica Elisa Díaz. Ana, de la tienda Purificación Linares, lo confirma. “No se mueve nada. “Si se nota en la cesta de la compra en el súper, cómo no se va a notar en esto”, asevera. “Hay mucho miedo a gastar” –apostilla Charo, de Artesanía Textil– que reconoce que y van “cuatro años malos”, y ofrece una mantilla “bonita y en condiciones” con peina por 60 euros. Y es que tampoco se puede contar con los extranjeros para animar las ventas. “Las mantillas son muy de aquí y de otros puntos de España, pero los turistas vienen buscando mantones y mantoncillos”.

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