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Garbanzos de convivencia

Diálogo, respeto, afecto y confianza. Los ingredientes del potaje gitano en el colegio Andalucía son los mismos que en cualquier cocina calé pero en el patio de esta escuela Infantil y Primaria saben diferente.

el 20 nov 2009 / 20:18 h.

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En esta séptima edición del potaje gitano, el chef ha sido el padre de un alumno.

En cada plato quieren servir una ración de convivencia. Éste es el séptimo año que celebran una buena cocción. Y en esta ocasión, después de la comida, sesión de cine. El cole ha sido protagonista de un documental: Un colegio abierto en un barrio encerrado.

El cine club Claudio Guerin es el responsable del estreno. Un organismo más que se ha unido en la reivindicación de un Distrito Sur "abierto". Desde el pasado marzo ha establecido su sede en el Andalucía, donde ha forjado, y al que ha dedicado, su último proyecto audiovisual. Con un equipo joven capitaneado por un maestro jubilado, el cine club, que es casi más una productora con una trayectoria de 32 años en Sevilla, contribuye a la normalización del barrio.

"Sevilla es una maravilla cuando está dentro el sur". Ésta es una de las frases -que destacó el comisionado del Polígono Sur, Jesús Maetzu, presente en la proyección- que mejor resumen el espíritu del colegio. Según su jefa de estudios, Ángela Molina, "el potaje es una forma de impulsar una relación entre padres y maestros que es en estas ocasiones una relación entre adultos, que da lugar al conocimiento mutuo, al afecto y a la confianza".

El potaje con el que almorzó toda la comunidad educativa en el patio del recreo es la culminación de una filosofía por el compromiso, por una vida mejor para los niños del sur.
Andrea, Fali, Natalia... tienen sueños y los cuentan con el plato de plástico con los garbanzos en la mano y correteando unos detrás de los otros. Una quiere ser enfermera, otra da los buenos días con entusiasmo, otro quiere ir al instituto y después ser abogado. A fuego lento lo están cocinando en las aulas, en los talleres y con las actividades extraescolares. "Las familias se están concienciando de que la educación es la manera de que sus hijos tengan un mejor futuro", señala la jefa de estudios.

Los padres, aunque en los pasillos del Andalucía se veían ayer más madres, más abuelas y más bebés de meses que varones, participan también. "Entran y salen cuando quieren. Éste es un colegio abierto y ellos tienen su espacio", comenta Molina.

En el documental han participado con las mismas ganas. Los voluntarios del Claudio Guerin lo corroboran: "Queríamos enseñar la vida del colegio en relación con el barrio y lo hemos conseguido". Además del cine club, el centro cuenta con una emisora de radio que emite sus ondas para todo el distrito.

Con motivo de la celebración del Día del Gitano Andaluz, el centro educativo Andalucía, y todos los que forman parte de su proyecto, han querido recordar que las Tres Mil existe y que se hacen cosas para que el barrio salga de los muros que lo cercan. Un potaje, un documental y el conocimiento de que en el reconocimiento en el otro está el respeto y la convivencia.

Diálogo para salir de la exclusión

La base de la filosofía de puertas abiertas que lleva a gala el colegio Andalucía está en el diálogo, que "sólo se consigue si la relación padre-madre y maestro se basa en la confianza".

El programa puesto en marcha en este centro, Comunidades de aprendizaje, pretende, según la jefa de estudios, Ángela Molina, "transformar el cole y su contexto" apoyándose en otras dos patas: "Éxito escolar con las máximas expectativas porque así es la única manera de que los niños salgan del ciclo de exclusión, y la convivencia para conseguir que, entre todos, construyamos el colegio que queremos".

Un sistema altamente democrático, con asambleas semanales en cada clase y reunión de delegados quincenales hacen el resto: "Ahora nos han cambiado los turnos de patio para poner juegos de mesa", apunta Molina.

La Unión Romaní y la ONG Entre Amigos colaboran también en la consecución de estos retos.

 

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