Cultura

García de Cortázar: "Suspendo a la Iglesia vasca por su trato a las víctimas de ETA"

Es Premio Nacional de Historia y sacerdote jesuita; con su nueva obra, Historia ilustrada de España (Medialive), quiere llegar a todos los públicos y complementa su discurso con las viñetas de Jesús Redondo (El Capitán Trueno). "La historia ya no se cuenta sin imágenes", defiende.

el 28 dic 2009 / 20:40 h.

El historiador Fernando García de Cortázar.

-¿Con qué objetivo plantea esta Historia ilustrada de España?

-Con el de llegar a un público muy amplio, porque creo que la historia es un instrumento muy importante para la educación ciudadana. Pero, como dirían los clásicos, hay que enseñar deleitando. Pensé que una historia ilustrada a la altura del siglo XXI era necesaria. La historia ya no se puede contar sin imágenes, y pensé en la fuerza expresiva que tiene el cómic.

-La historia, si no entra por los ojos, ¿no llega a nadie?

-Los historiadores tenemos que hacer un esfuerzo para contar con los soportes modernos. No creo que una imagen valga más que mil palabras, pero sí refuerza y da una gran capacidad de expansión. Vivimos en un siglo muy visual y queremos la foto de la muerte de Franco, del 23-F... Eso hay que introducirlo, porque la imagen también forma parte del relato.

-¿Qué tal ha sido trabajar con Jesús Redondo, último ilustrador de El Capitán Trueno?

-Excepcional. Es difícil de encontrar un cómic tan importante como El Capitán Trueno. Lo que he hecho es elegir cuatro capítulos de la historia que se pueden contar como, digamos, novela gráfica. Son sobre El Cid, el descubrimiento de América, la Inquisición y la expulsión de los jesuitas.

-Usted, que es jesuita, da un gran peso a la expulsión de la orden. ¿Por qué no a otros exilios?

-Porque quizá sea la gran creación cultural hecha por españoles y es válida para simbolizar la idea de los exilios en la historia de España. No he escogido otros, como el musulmán o el judío, por la tragedia y la aventura humana de unos jesuitas que iban en barco sin hallar un puerto que los recibiera. No fueron recibidos ni por el Papa, quien luego, además, los extinguió. Pero otra elección habría sido también válida.

-Y la historia española comienza en Andalucía...

-La historia de España no puede contarse sin Andalucía. No sólo la política y social, también la cultural. Cádiz es una excepción de esa frase que dice que "nadie entra en la historia dos veces". Ella sí, y de forma rotunda: allí estuvo el primer puerto y se hizo la Constitución de 1812, que yo considero la parte más importante de nuestra historia. A partir de ella se forma una nación y somos ciudadanos con libertades individuales y derechos garantizados.

-¿Por qué destaca a Colón y al Cid por encima de otros?

-A otros ya los destaqué en Breve historia de España. Opté por El Cid para hablar de la posibilidad de las manipulaciones históricas, él es un claro caso de manipulación y de Memoria Histórica. Se escribe con una finalidad: destacar el poder de la corona sobre los nobles y el poder del reino de Castilla. Y sobre Colón, es que protagoniza el descubrimiento de América, clave de nuestra historia.

-Póngale nota a la Iglesia.

-La Iglesia es, probablemente, la institución más importante de la historia de España, pero tiene una actuación con claroscuros. En claro, su gran capacidad de transmisión cultural hasta el XIX. Además, ha jugado un papel fundamental en la construcción nacional española a través del nacionalcatolicismo. En oscuro, su papel en la Guerra Civil y, sobre todo, en la afirmación de los nacionalismos. El vasco no se entiende sin la intervención de la Iglesia. Le pondría un 6. Sí suspendería a la Iglesia del País Vasco actual, que ha colaborado con ese fanatismo del nacionalismo y ha tenido un comportamiento lamentable con las víctimas del terrorismo. Ha hecho que se afirmen absolutos nacionales y lingüísticos que condicionan la libertad y los derechos individuales.

-Dicen que es usted de los conservadores, conservadores.

-Eso dirán los nacionalistas o quienes no me han leído. La capacidad de intoxicación de los nacionalistas es muy grande. Como escribo una columna mensual y tengo 52 libros, no tengo problema, soy un historiador liberal y he tenido grandes complicaciones por no ser conservador. Las tuve con el Vaticano por Los pliegues de la tiara y fui represaliado en el franquismo. Mi obra innova hasta en el lenguaje, soy liberal.

-¿Cómo ve el viraje político del País Vasco?

-Con muchas esperanzas. Me gustaría que fuera todo más rápido, porque quienes sí han sido conservadores son los nacionalistas. El problema es que la prensa les da mucha publicidad. Espero que se encuentre una verdadera libertad y que la Constitución se respete y deje de ser papel mojado.

-Y sobre la Ley de la Memoria Histórica, ¿qué dice?

-La memoria es algo subjetivo, la historia pretende ser objetiva. El término suena a manipulación, suena a que nos digan "esto es la historia que debemos creer". Dejemos a los historiadores hacer y no admitamos que lo hagan ni el Gobierno ni los parlamentos.

-¿Su próximo proyecto?

-Voy a escribir una novela que publicará la editorial Planeta, y también me planteo hacer algo con poesía o teatro, aún no lo sé.

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