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García de Vinuesa lloró en San Laureano

El Ayuntamiento de Sevilla ha colocado en el muro del antiguo convento de San Laureano una placa conmemorativa de los 150 años de la Piedra Llorosa. Foto: Juanma Rodríguez.

el 15 sep 2009 / 07:46 h.

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Todo se remonta a principios del siglo XIX. España, gobernada por Isabel II, estaba inmersa en una profunda crisis derivada por las consecuencias producidas por la guerra civil, I Guerra Carlista. Era una época de grandes cambios internos e ideológicos, hambre, miseria e ira entre los más desfavorecidos. Por un lado, el reinado de Isabel II luchaba por asentar su autoridad. Por otro lado, la influencia de las nuevas corrientes republicanas, socialistas y anarquistas, que iban resurgiendo en el país poco a poco, atrajeron la simpatía y militancia de los grupos más radicales. Estos sectores se manifestaban a través de una serie de revueltas, pequeños ataques y guerrillas dirigidas contra el régimen isabelino con el fin de cambiar el país.

Siglo y medio después, el Ayuntamiento de Sevilla ha colocado en el muro del antiguo convento de San Laureano una placa conmemorativa de los 150 años de la Piedra Llorosa. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fue el encargado de descubrir la lápida conmemorativa. En ésta puede leerse: "Según la tradición popular, sobre este sillar, llamado desde entonces La Piedra Llorosa, se sentó a llorar amargamente el 11 de julio de 1857, el entonces alcalde de la ciudad al contemplar, tras tratar de impedirlo sin éxito, el fusilamiento de 82 jóvenes de Sevilla en la vecina Plaza de Armas de El Campo de Marte. El Ayuntamiento de Sevilla dedica este recuerdo en memoria de la cívica actitud ejemplar de aquel alcalde y como recordación futura contra la pena de muerte. Sevilla, 1857-2008".

Es en el muro del antiguo convento de San Laureano dónde se encuentra un sillar conocido popularmente como La Piedra Llorosa. Esta piedra refleja los continuos cambios de un período pasado de nuestra ciudad. Actualmente, se quiere dar a conocer a la sociedad el significado de este hecho histórico que, aunque dramático y desconocido para muchos de los sevillanos, forma parte de la historia de la ciudad hispalense.

1857 fue un año nefasto para esta ciudad. Los levantamientos en diversas zonas de Andalucía tuvieron como resultado fusilamientos y masacres. De aquel 11 de julio de 1857, son ya únicamente testigos la calle Armas (hoy Alfonso XII, donde se ubica este sillar) y el barrio de los Humeros, el antiguo convento de San Laureano, y lo que se conoció como Campo de Marte (Plaza de Armas).

Los vecinos se echaron a la calle para observar atónitos los fusilamientos. Entre ellos se encontraba el alcalde de Sevilla, por aquel entonces, José García de Vinuesa. Horrorizado por aquella masacre, García de Vinuesa intentó poner fin a aquellos trágicos fusilamientos dialogando con el presidente del Consejo de ministros, que aplicó la sentencia de muerte tan sólo a los jefes al mando de la revolución. Exactamente, 82 personas fueron fusilados este 11 de julio de 1857.

Según la leyenda, el alcalde García de Vinuesa, conmocionado por lo ocurrido, se sentó en una piedra a llorar la muerte de estos jóvenes, mientras aclamaba: "Pobre ciudad, pobre ciudad". Por este motivo, a este sillar se le conoce como la Piedra Llorosa, en honor a la cívica actitud que tomó este alcalde frente a injusticias, asesinatos, políticas y contra la pena de muerte.

Esta piedra, donde se sentó el alcalde, todavía se puede visitar. Seguramente, más de un sevillano se habrá tomado algún descanso en ella entre paso y paso de Semana Santa sin saber su historia y significado. La llamada Piedra Llorosa se encuentra situada al final de la calle Alfonso XII, en confluencia con la calle Marqués de Paradas. Se encuentra en plena Puerta Real, al pie del antiguo convento de San Laureano, para que su leyenda sea recordada por todos sus visitantes.

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