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Garzón en 8 actos

Una vida de decisiones controvertidas acaba con su salida de la Audiencia Nacional tras 22 años de carrera.

el 15 may 2010 / 19:58 h.

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Admirado por muchos y odiado por otros, el juez Baltasar Garzón no le es indiferente a nadie.


Baltasar Garzón abandonó el viernes la Audiencia Nacional entre aplausos y con lágrimas en los ojos. Mañana ya no volverá. Es un magistrado sin funciones. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido apartarle del Juzgado Central de Instrucción número 5 tras abrirle el Tribunal Supremo (TS) juicio oral por prevaricación al declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.
Garzón es hoy para bien o para mal el juez más emblemático de España. Las resoluciones que ha ido tomando a lo largo de estos años han marcado su vida. Hasta emplazarlo el viernes a las puertas de la Audiencia Nacional, suspendido, aplaudido por sus compañeros y derrotado por sus enemigos. Y todo comenzó hace poco más de 22 años:

1 la llegada a la audiencia. Podría haber sido médico y descubrir el remedio para alguna enfermedad incurable, pero decidió ser juez. Tras pasar por varios tribunales en Andalucía, dio uno de sus grandes saltos: en enero de 1988 llegó a la Audiencia Nacional. Fue el primer magistrado español que se desplazó hasta Francia para interrogar a los etarras que allí eran detenidos en colaboración con la Policía y la Guardia Civil españolas. En 1990 también logró una notable notoriedad cuando desarticuló uno de lo principales clanes gallegos de la droga. Era la operación Nécora y Garzón dirigió desde un helicóptero a 350 policías. El juez apunta alto.

2 el salto a la política. Y en plena ascensión, Garzón dio un giro de 180 grados a su carrera: entró en política. En 1993 aceptó ir como número dos por Madrid en la lista del PSOE a las elecciones generales que encabezó Felipe González. Esta decisión no dejó indiferente a nadie. Antes de abandonar la Audiencia el magistrado ya había comenzado a instruir el caso GAL -grupos parapoliciales que practicaron terrorismo de Estado contra ETA y su entorno- y el Gobierno socialista se había negado a facilitarle información sobre los fondos reservados. En el Ejecutivo de González ejerció como secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas. Apenas diez meses le duró la aventura política. Las malas lenguas aseguran que porque ambicionaba ser ministro de Interior. Garzón alega la pasividad del Gobierno frente a la corrupción.

3 regreso al hogar. En mayo de 1994 Garzón volvió a la Audiencia Nacional tras su fugaz paso por la política y retomó el caso GAL. Con demasiado ímpetu le reprochan hoy aún muchos socialistas. De aquellos lodos son estos barros con Margarita Robles, hoy vocal del CGPJ y ayer ex secretaria de Estado de Interior durante el GAL.

Pero lo cierto es que a su regreso Garzón logró la condena y el ingreso en prisión del ex ministro de Interior José Barrionuevo y ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera por el secuestro de Segundo Marey atribuido a los GAL. Pero también asestaba golpes a los narcotraficantes o a ETA. Uno de los más duro fue el sumario 18/98, que prueba la vinculación de la banda terrorista y diversos grupos de su entorno, como KAS o EKIN.

4 la justicia universal. Garzón ya era un "juez estrella". Sin duda era (y es) el magistrado más conocido España y estaba a punto de ser también el más famoso en el mundo entero. En octubre de 1998 ordenó la detención del ex dictador Augusto Pinochet para juzgarlo por las muertes de varios ciudadanos españoles ocurridas en Chile.
Pinochet se encontraba en Londres para operarse de una hernia. Después de un duro litigio judicial (y diplomático), Pinochet volvió a su casa el 2 de marzo de 1999; pero ya nunca pudo vivir tranquilo. La acción de Garzón llenó de esperanza a las víctimas de los villanos. La Audiencia se inundó de casos: la represión en el Tíbet, la matanza en Ruanda, los ataques a la franja de Gaza, las torturas en Guantánamo o en el Sáhara. El juez se convirtió en un símbolo de la paz.

5 un juez en nueva york. Su fama internacional le llevó a EEUU. La Universidad de Nueva York le invitó a llevar a cabo una serie de cursos sobre terrorismo y dejó su juzgado entre marzo de 2005 y julio de 2006. El dinero que el Banco Santander aportó a la universidad americana está detrás de una de las tres causas que el juez tiene abiertas en el TS. A su regreso de Nueva York, Garzón archivó una querella contra Emilio Botín, presidente del Banco Santander, y ahora el TS lo acusa de un delito de prevaricación.

6 el crimen franquista. El 16 octubre de 2008 Baltasar Garzón se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo y de la Guerra Civil. El magistrado entendió que se trataba de detenciones ilegales en un contexto de crímenes contra la humanidad. Era el principio del fin. Poco más de un año y medio después el juez está suspendido y el TS le ha abierto un juicio oral por prevaricación. Lo sienta en el banquillo un pseudosindicato de extrema derecha: Manos Limpias.

7 la correa que asfixia. A comienzos de 2009 el juez destapó la mayor trama de corrupción política en España en los últimos años: el caso Gürtel. Esta red está liderada por Francisco Correa y salpica a importantes líderes del PP. Además de suponer su tercera querella ante el TS por intervenir las comunicaciones entre varios imputados y sus abogados es, según Garzón, el origen de la "cruel campaña" de acoso en su contra.

8 la salida holandesa. En pleno asedio judicial, el magistrado Garzón recibió la oferta del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya Luis Moreno Ocampo para ocupar en La Haya un puesto de asesor.
El juez ha dicho sí, pero decide el CGPJ. La operación está complicada. Si final se marcha, será un exilio; pero uno donde luchar contra genocidas y criminales de guerra. En España no pudo.

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