Gasto corriente para mantener los servicios municipales y la plantilla antes que un mayor margen para endeudarse y poder invertir. Éste es el punto de partida del análisis que realiza el Ayuntamiento tras las últimas modificaciones del marco legal de transferencias autonómicas y estatales. La Delegación de Hacienda aún desconocía ayer si podrá o no entrar en el grupo de municipios que esquivarán la restricción de no pedir nuevos créditos en 2011, pero sí tenía claras otras cuentas que serán básicas a la hora de definir las cuentas del próximo ejercicio: la Junta le transferirá 22 millones e incrementará en un 25% su aportación al fondo de nivelación; y el Estado volverá a las cifras de transferencias registradas en 2008, cuya caída es una de las bases de la crisis de la hacienda local y de su estado deficitario.
La situación del Ayuntamiento de Sevilla, al igual que la del resto de capitales españolas, es crítica. El año 2009 se cerró con un déficit de más de 30 millones de euros sin contar las empresas municipales y a partir de 2011 entra en vigor un plan de saneamiento que limita las posibilidades de gastos e inversiones y deja en manos de la Junta la supervisión de las cuentas. La consecuencia es una previsible caída de las inversiones y un drástico recorte del gasto en personal y en los servicios municipales.
En este escenario, para Hacienda la posibilidad habilitada por el Gobierno central de endeudarse más para poder finalizar proyectos en marcha pasa a un segundo plano. Si finalmente Sevilla se queda fuera, como apunta el PP, que esgrime un documento de Intervención que cifra la deuda del Ayuntamiento trece puntos por encima de lo que permitiría el Estado, no sería un problema para las cuentas municipales. Si entra, porque se tengan en cuenta parámetros que le sean favorables al Consistorio, será rozando el 75% -la deuda municipal está situada en torno a los 500 millones, veinte menos que al cierre de 2009-, lo que provocaría que apenas quedara margen para pedir los créditos, y encima esta posibilidad se concedería al Consistorio en enero, a cinco meses de las elecciones y con los proyectos que se tienen en marcha financiados.
Más que invertir en nuevas obras, como subrayó ayer la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, el Ayuntamiento tiene como primera prioridad resolver el déficit generado en los últimos ejercicios en la Corporación por el impacto sobre las arcas municipales de los planes extraordinarios de inversión y por la caída de las transferencias estatales y de los ingresos propios. En total, más de 30 millones de euros que no estaban previstos en el plan de saneamiento y que tienen que sacarse de la reducción de otras partidas de los próximos presupuestos.
Estas pérdidas no se podrían paliar con un aumento del endeudamiento para realizar inversiones, pero sí con una subida de las transferencias. Por un lado, las de la Junta. Aunque el Ayuntamiento ya tenía una estimación en su plan de saneamiento de las transferencias que iba a recibir como participación en los tributos autonómicos, esta semana ha recibido la comunicación oficial: serán 22 millones de euros. A esto se añade, aunque con una repercusión menor, el incremento de un 25% del fondo de nivelación andaluz que puede aportar a las arcas municipales uno o dos millones de euros más.
Pero el principal eje de los presupuestos municipales siguen siendo las transferencias del Estado, que representan casi una tercera parte de los ingresos de la Corporación municipal. Su caída en más de 53 millones de euros entre 2009 y 2010 es uno de los motivos que esgrime el área de Hacienda para justificar la crítica situación de las arcas municipales. El Gobierno central anunció ayer una recuperación de estas transferencias a las arcas municipales. No se llegará a los niveles de 2009, pero el aumento de un 9% de las cantidades transferidas devolverá a esta partida a los niveles del año 2008. En total, en torno a 20 millones de euros, con los que el Consistorio no contaba y que suponen un segundo balón de oxígeno.
"Esto es lo que de verdad es esencial para nosotros. Contábamos con una reducción de seis millones en las transferencias del Estado respecto a las del ejercicio anterior y vamos a tener 20 más", explicó la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, quien insistió ayer en una argumentación reiterada por el Gobierno local: las cuentas se han realizado con prudencia y se ha provisionado incluso más de lo necesario de forma que una posible caída de cualquier partida de ingresos no descuadrase los presupuestos municipales.
El PP insistió ayer en lo contrario, a través del edil Gregorio Serrano: "El Gobierno local, no contento con haber expoliado los fondos públicos municipales durante los últimos 8 años, no contento con haber cerrado el año 2009 con un déficit de 31 millones de euros y no contento con el despilfarro sistemático en su política presupuestaria de gastos, ahora intenta manipular y engañar, de nuevo, a los sevillanos diciendo que van a hacer números para ver si pueden endeudarse en 2011".
Pese a esta afirmación, y a las cuentas difundidas por el PP, las primeras estimaciones del Gobierno central realizadas esta semana revelan una situación señalada: las principales capitales como Madrid, Valencia, Zaragoza o Málaga están en peor situación que Sevilla. Ninguna de éstas está ni siquiera en el límite del 75% marcado por el Ejecutivo para poder endeudarse.
