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Gastón Baquero y los poetas andaluces

El cubano Gastón Baquero fue uno de los grandes poetas de su generación. Ahora la editorial sevillana Renacimiento publica los artículos de este escritor sobre poetas andaluces como Bécquer, Cernuda o Machado.

el 15 sep 2009 / 20:26 h.

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Aunque desconocido para el gran público, el cubano Gastón Baquero (Banes, 1914-Madrid, 1997) fue uno de los grandes poetas de su generación, que falleció además en su exilio español. Lector finísimo, devoto de la literatura española, dejó una serie de artículos o ensayos breves sobre sus autores andaluces predilectos que acaba de recoger y publicar la editorial sevillana Renacimiento con prólogo de Alberto Díaz-Díaz.

Sus retratos y análisis son como fogonazos cargados de un lirismo que nunca riñe con el juicio lúcido e incisivo. Así, de Góngora preserva su misterio impenetrable, pues “lo grande es lo que está más allá del argumento, lo que transfigura y sublimiza la realidad”. De Bécquer dice que “más que a la poesía, es a Bécquer mismo a quien amamos en su poesía (...). Es un alma escrita; un alma viviendo en lo escrito”.

Cita a Ángel Ganivet como el precursor de los grandes temas de la generación del 98, y defiende a Antonio Machado al margen de su posicionamiento político: “Está ya clasificado, inserto, en la poesía española más auténtica; pertenece a la genealogía de los puros voceros del estar de España”.

También evoca Gastón Baquero su feliz descubrimiento de la poesía de Luis Cernuda, hace un somero repaso de su obra poética y traza un retrato del autor como un hombre acorralado que sin embargo resiste. “Es el fruto de la libertad interior, recóndita, absoluta. Por esa libertad, Cernuda escribió su vida en poemas que sobrenadan modas y tiempos, y gustos, y políticas, y códigos morales o estéticos”, señala.


También se ocupa Baquero extensamente de la personalidad y la poética de Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí, reivindica las figuras de Luis Jiménez Martos y María Zambrano, analiza una carta de Federico García Lorca desde Cuba y desarrolla unos personales y emocionantes Recuerdos sobre exiliados españoles en La Habana.

Sorprenderá el colofón titulado Para una apología de El Cordobés, o Ionesco en los toros, donde Gastón Baquero hace una magistral semblanza del diestro Manuel Benítez, quien a su juicio “torea como canta el pájaro, porque sí, porque le nace, sin conocer las leyes de la música ni la gracia de su propio canto. Tiene el saber suficiente, que es el del valor”, apostilla.

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