Local

Gaudium essendi, el gozo de ser

La historia de las ternuras pasadas llena mi corazón de nostalgia. ¡Oh! ¡La belleza, las sonrisas, las caricias jóvenes, las esperanzas! Todo esto... ¿No debería ser eterno?", escribió ese genio triste llamado Guy de Maupassant en una época muy parecida a ésta...

el 16 sep 2009 / 06:11 h.

La historia de las ternuras pasadas llena mi corazón de nostalgia. ¡Oh! ¡La belleza, las sonrisas, las caricias jóvenes, las esperanzas! Todo esto... ¿No debería ser eterno?", escribió ese genio triste llamado Guy de Maupassant en una época muy parecida a ésta; un tiempo repleto de dolor y de espanto que se consideraba a sí mismo desarrollado, pero cuyas fuentes del saber estaban todas ellas envenenadas de miedo y de melancolía y en el que ni las religiones, ni las guerras, ni los libros ni el amor, pese a los muchos siglos de práctica y de perfeccionamiento, habían sido capaces de forjar un mundo mejor. Hoy, la herramienta más poderosa, la más esperanzadora jamás creada, internet, la que podría cambiar las reglas del juego de vivir para propiciar una sociedad más feliz y más sensible a lo que de verdad importa, la alegría de vivir, languidece en plena juventud escondida de todos los urgentísimos retos pendientes detrás de un parapeto de chistes, banalidades, modas y caricaturas de redes sociales donde cualquiera se puede hacer fan de la tortilla de camarones y de la paz en el mundo, o bien del chicle de sandía, en su huida de la muerte. Fin de la revolución. Si hay algo peor que el miedo a morir es el miedo a vivir. ¿Sería algo parecido a eso lo que pensaba hace unas semanas el profesor Vázquez Medel cuando empezó a tejer desde Sevilla una red social a la que ha llamado Gaudium essendi, el gozo de ser?

Hay que ayudar a construir y a difundir, como dice su creador, "esta red altermundialista, basada en la capacidad transformadora de la alegría (el gozo de ser) compartida con fundamentos éticos y estéticos, frente a ciertas dinámicas ciegas del tener y el poder, llenas de odios y resentimientos. Un espacio para el debate creativo y el pensamiento crítico, desde una pluralidad de opciones vitales con un punto de convergencia: la voluntad de contribuir a otros modos de pensar, de sentir, de comunicarnos y de actuar para construir otro mundo humano y solidario que es posible. Y a pesar de los momentos difíciles que vivimos, hemos de sobreponer el optimismo de la voluntad al pesimismo de la inteligencia, y actuar con esperanza y creatividad."

Maupassant, como buen decimonónico, no creía en esa capacidad transformadora de la alegría. En su precioso relato, proseguía con su lamento: "¡El beso es inmortal! Va de labio en labio, de siglo en siglo, de época en época. Los hombres lo recogen, lo dan y mueren." Ay del ser humano que sólo sea la cáscara de un beso y que no sepa ser en sí mismo belleza, o esperanza, o amor, o ilusión, o cualquier otro de los elementos de la eternidad. Ay de todos los que languidecen en su juventud. Porque el mundo está llamado a cambiar sin ellos, sin su pesantez y sin sus miedos. El gozo de ser acaba de abrir el último y más bello de todos los caminos posibles.

Periodista

juan.ojeda@hotmail.es

  • 1