El cantautor francés de origen griego Georges Moustaki (1934), legendario representante de la canción protesta del Mayo del 68 y creador de más de 42 producciones musicales, reconoció que sus letras tienen el sello de su "vagabundeo por toda la tierra" y que su música "es siempre un viaje".
El polifacético artista, que bajó el telón del certamen Poesía en el Laurel de La Zubia (Granada) con un recital, declaró que su fuente de inspiración en su dilatada carrera emana de encuentros con "grandes" de la música de autor como Piazzolla, Jacques Brel o Paco Ibáñez, "gente del mundo".
Moustaki, que se reconoce admirador del cantante Manu Chao, avanzó que durante la actuación de ayer noche iba a interpretar temas de su último trabajo, Solitaire, un disco que cuenta con el aliciente de "la nostalgia y con una mirada que se asoma a los placeres del pasado". Su último álbum, que incluye dúos con artistas como China Forbes (Pink Martini) y la joven Cali en la célebre sala Olympia de París, fue presentado el pasado mes de mayo.
"Todos los días son para mi Mayo del 68", destaca Moustaki, quien indicó que ser artista en aquel tiempo era "un privilegio, porque había más fuerza de expresión en una guitarra y en un verso que en la oratoria de los políticos".
El artista, que evocó sus actuaciones en las fábricas para los obreros, así como en las universidades durante las revueltas estudiantes en Francia, matizó que el tiempo "contribuye a apaciguar el ánimo, aunque la vocación del artista debe ser siempre la de optar por cosas nuevas y no quedarse en este mundo". Durante los años 60 escribió canciones para los grandes nombres de la canción francesa, como Yves Montand o Serge Reggiani, y de esta etapa datan algunos éxitos como Sarah y Ma Solitude.
