José Joaquín Gil Cabrera afronta su última romería como presidente de la hermandad Matriz . Atrás deja un legado de ocho años (2003-2011) plagado de grandes realizaciones tanto materiales (casa hermandad en Almonte, nuevo velario, remozamiento del santuario, nuevo traje para la Virgen) como inmateriales.
-¿Qué balance hace de sus dos mandatos al frente de la Matriz?
-La verdad es que muy positivo y contento de cómo se han desarrollado, no sólo por lo que se ve, que es algo evidente, sino por la labor que no se ha visto y a la que doy más importancia. Me refiero a la labor social y también al trabajo desarrollado en favor de la armonía y compenetración de la familia rociera. Ésa ha sido quizás la parte más importante de todos estos ocho años.
-La conclusión del retablo, las obras en el santuario, el orfanato en el Congo... ¿De cuál de estos logros se siente más satisfecho?
-Creo que del conjunto en sí, porque una cosa favorecía a la otra. En el caso del orfanato en el Congo, toda la familia rociera tiene que estar contenta de esa aportación a los más desfavorecidos. Ha sido un éxito el que todas las hermandades unidas, cada una aportando lo que buenamente ha podido, hayamos participado en este proyecto. Ha sido uno de los logros importantes del mundo rociero. También hemos reformado un centro de salud en Haití después del terremoto. La hermandad tiene también un comedor en Venezuela para niños huérfanos. En fin, son cosas que están ahí y que no aparecen, pero hay que estar orgulloso de este tipo de trabajo. En estos tres últimos años ha sido mayor la implicación por los más necesitados también en el pueblo, por circunstancias obvias de la necesidad que hay, de la falta de trabajo. Para darte una idea, cuando yo entré se destinaba 40.000 euros a ayuda social y ahora está en 200.000 euros.
-¿Cómo resumiría el giro que ha emprendido la hermandad Matriz durante su mandato?
-De apertura y transparencia.
-¿Se va con alguna espinita clavada?
-Sí. El haber tenido un centro de día para mayores en Almonte, que estaba en proyecto a la espera de que el Ayuntamiento nos diera una parcela, y abrir un convento de las Hermanas de la Cruz en el pueblo para atender a las personas que lo necesiten y estén pasándolo mal.
-Y vinculado a la romería, ¿deja algún proyecto en ciernes?
-Sí, algo que va ser inmediato o casi inmediato será la modificación de la presentación de hermandades. Hemos estado trabajando y recabando muchos datos en estos años. Lo único que nos falta es tomarle el pulso también a las propias hermandades y ver cuál es su sentir, igual que se hizo con el Rosario. Y a la vista de todos estos datos, llegar al máximo consenso y adoptar una medida que beneficie a todos, al acto en sí, a la devoción a la Virgen y que sea un acto digno y en condiciones.
-La única alternativa que se vislumbra es adelantar la presentación de algunas hermandades al viernes...
-Bueno, podría haber otras alternativas, pero más traumáticas, como recortar el acompañamiento de los Simpecados, pero eso sería la última opción. Mojándome bastante, yo diría que la opción idónea sería que las hermandades se presentasen conforme van entrando en el Rocío, a partir del viernes. Los actos oficiales de la romería se adelantarían al viernes. Tampoco es gran problema, porque en El Rocío está el pueblo de Almonte desde el miércoles. Ésa es la postura que defendería con más ahínco.
-Este año se incorpora una nueva filial, la 108, San Antonio de Portmany. ¿Cuántas hermandades se han incorporado en sus dos mandatos?
-En total, han sido ocho. Ha habido años en que se ha incorporado una, otros ninguna, y otros dos. La primera fue Alcalá de Henares. La hermandad de San Antonio venía haciendo el camino por la zona de Sevilla, pero para no saturar esos caminos, ahora lo hará con su madrina, Villalba del Alcor.
-Una de las novedades de la Romería es el estreno de dos nuevas capillas en el santuario, la penitencial y la del Sagrario.
-Van a realzar más aún si cabe el santuario. No en todos los templos hay una capilla sacramental y creo que le va a dar la importancia que merece el santuario. A la vez la capilla penitencial le va a dar ese recogimiento que en muchas ocasiones se necesita para hacer las confesiones.
-Ambas obras son requisitos imprescindibles para que la ermita obtenga el título de santuario internacional. ¿Cómo van los trámites?
-Yo creo que bien. Sabemos que las cosas de Palacio van despacio. Yo les pedí que a ver si para esta romería se pudiera tener y estoy luchando por ello para ver si en la misa de Pentecostés se puede comunicar. Ya está en manos de ellos más que en las nuestras. Creo que la Iglesia se está dando cuenta de lo que es El Rocío, quizás tarde, pero bueno... nunca es tarde si la dicha es buena. Porque, ¿en qué sitio se hace ahora mismo una capilla penitencial o una capilla para un sagrario?
-¿Por qué dice que la Iglesia ha abierto los ojos tarde a la realidad de El Rocío?
-Bueno porque la Iglesia siempre va con pasos lentos y muchas veces se sorprende con la realidad del Rocío. Para conocer las cosas hay que vivirlas.
-¿También ha tenido la Iglesia una imagen estereotipada del Rocío?
-Yo creo que sí, o la ha tenido, o no le ha interesado que El Rocío cogiera un fuerte auge en el terreno de la religiosidad popular. Pero han visto que aquí hay mucha verdad: eso lo saben ellos cuando se sientan en los confesionarios.
-¿El Rocío es inasequible a los efectos de la crisis?
-Este año, concretamente, ha venido más gente que nunca al santuario a lo largo de todo el año. Cuando la gente pasa momentos de dureza por la crisis que se está viviendo se viene al Rocío de otra forma, quizás con más devoción y entrega a la Virgen, y eso lo vemos casi a diario con la colocación de las velas, y la participación de las hermandades en las peregrinaciones de fin de semana. No sé el porqué, pero también se ha incrementado la visita de colegios al Rocío, y eso para nosotros es un motivo de alegría. Hemos tenido la Cruz peregrina del Papa, y aquí fue donde más jóvenes han acudido a esta llamada, cerca de mil personas. Y para decirte más, el día 20 de junio vienen 400 chinos católicos a celebrar una misa en el Rocío. Yo creo que si no va a estar igual será un número algo superior de peregrinos al del año pasado. La participación en los actos de la romería el año pasado fue mucho mayor, de hecho la presentación se nos prolongó casi más de media hora más que el año anterior. Eso fue muestra de la cantidad de personas que iban con sus propias hermandades. En la misa, igual. Y el lunes de Pentecostés fue impresionante. Siempre ha sido el día fuerte y eso demuestra que la gente va a ver a la Virgen.
-¿La segunda visita de un Papa al Rocío tendrá que esperar?
-Por nuestra parte está ahí la intención de que venga en agosto, cuando esté en Madrid. Lo que no querían tampoco es comunicarlo con mucho tiempo. Espero y confío que, si lo tienen a bien, lo valoren. La propia Iglesia también necesita de la presencia del Papa en lugares de la religiosidad popular de la importancia que tiene el Rocío. Como muy tarde deberían comunicarlo en julio.
-¿En cuánto cifraría usted las posibilidades?
-Vamos a dejarlo en un 50%.
-Almonte cambia de alcalde y de color político. El sábado habrá un nuevo alcalde del PP.
-Almonte ha apostado por un cambio en la Alcaldía. Es verdad que el alcalde actual, Francisco Bella, es el que más votos ha obtenido, pero ha habido un gran repunte del PP, que ha pasado de 3 a 9 concejales y anda negociando con IU su apoyo puntual en la investidura. No sé a quién me encontraré en la puerta el sábado a las 12.00 (hora de la presentación).
-Y un giro conservador en Almonte, ¿afectará a las relaciones con la hermandad Matriz?
-Almonte es rociero y es de la Virgen. Con este ayuntamiento socialista que hemos tenido, los principios fueron complicados, pero después hemos llegado a buenos entendimientos y cada uno en su sitio. Por el bien del pueblo de Almonte, las dos instituciones tienen que estar unidas al igual que la Iglesia. Espero y deseo que los que vengan también lo entiendan así. La hermandad Matriz está por encima y por delante del Ayuntamiento, sabe por dónde van estos derroteros y muchas veces tanto ayuntamiento como administraciones se suman a lo que la hermandad ofrece. El haber estado las tres instituciones de la administración del mismo color político creo que ha podido beneficiar. Es lo recomendable.
-Se marcha sin dejar cerrada su sucesión. Sus dos vicepresidentes, Juan Ignacio Reales y Manuel García, han presentado candidaturas a sucederle.
-Yo no soy nadie para limitar a nadie a que se presente. Quienes decidirán son los hermanos. Si los dos son buenos, y los dos llevan buena gente en las candidaturas... por qué no. Que decida el pueblo.
-Usted se ha decantado públicamente por uno de los dos candidatos.
-Sí, lógicamente, como miembro de junta, a la hora de votar, tuve que votar a uno, y sí, fue a Manolo García, que quizás se asemeje más a mi forma de ver El Rocío.
-Se da la circunstancia de que Manuel García no resultó elegido como candidato oficialista.¿No puede ser un contrasentido?
-No, no. En las tomas de decisiones es la mayoría la que decide y se respeta lo que haya salido. Las dos candidaturas salen del seno de la propia hermandad.
