El próximo día 15 Giralda TV suspenderá su producción a diario, lo realizado en directo, limitándose a emitir programas repetidos o enlatados. Se terminará entonces su relación con la única productora que le realizaba contenidos y, a finales de noviembre, despedirá a los nueve trabajadores propios de la casa. En principio, ellos tienen un compromiso de continuidad del Ayuntamiento, pero su destino es una incógnita, al igual que el del personal de la productora.
Se acerca, pues, el fundido en negro de la televisión local, aunque el equipo de Juan Ignacio Zoido pretende no cortar la emisión, manteniéndola con productos de archivo o previamente grabados. Está por ver cómo y cuándo el Gobierno municipal vuelve a ofrecer una televisión local en toda regla, si bien quiere recuperar las emisiones en directo en el primer trimestre del próximo año con la vista puesta en la retransmisión de la Semana Santa.
La televisión pública anunció ayer que reducirá "provisionalmente" sus horas de programación realizadas en directo en el marco del actual proceso de disolución y liquidación en el que se encuentra la sociedad municipal De Sevilla Digital S.A. "La cita diaria con algunos programas sufrirá un breve paréntesis hasta que el Ayuntamiento halle la mejor vía legal para que se pueda recuperar la emisión a través de otra figura jurídica distinta", informó la cadena en un comunicado mientras sus trabajadores y los de la productora piden explicaciones sobre su destino ante el temor de engrosar en pocos días las largas listas de parados.
Giralda TV informó de que cuando concluya la disolución de la sociedad, "y ya bajo una nueva y mejorada fórmula de funcionamiento", el Ayuntamiento "podrá retomar el servicio público, basado en una clara apuesta por la información local, la cercanía con el ciudadano y las señas de identidad de Sevilla", así como "llevar hasta los domicilios de los sevillanos los grandes eventos de la ciudad". Pero no está muy claro cómo hará esto el Ayuntamiento sin que descuadre sus ajustados presupuestos para 2013.
Mientras eso sucede, la cadena aclara que los espectadores podrán seguir sintonizando el canal, que "continuará ofertando una programación alternativa basada en la música, la cultura y las tradiciones de la ciudad". Pero ya sin informativos, ni deportes, ni debates, ni magacines.
La disolución de la cadena es "obligada" en aplicación del plan de ajuste aprobado por el Ayuntamiento para acogerse al plan de pago a proveedores, que fuerza a eliminar empresas cuyas pérdidas excedan la mitad del capital social, algo que la compañía achaca a la "nefasta gestión del anterior gobierno", al que atribuyen "una deuda de 11,7 millones". El 95% de los acreedores habían aceptado una quita parcial de la deuda, lo que permitió que la losa pasara de 11,7 a 8,3 millones.
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