La situación económica de Giralda TV, que en sus dos años de vida acumula una deuda de diez millones de euros , es tan crítica que en sus cuentas no hay dinero ni para pagar las nóminas de este mes de agosto de sus diez trabajadores. Como estaba previsto, el consejo de administración extraordinario y urgente celebrado ayer aprobó solicitar el preconcurso de acreedores para intentar evitar el cierre de una cadena de la que dependen más de cien empleos de forma indirecta.
El presidente de la televisión municipal, Gregorio Serrano, aseguró ayer que los extractos de las cuentas bancarias sólo reflejan "600 y 7.100 euros", de modo que las nóminas de agosto de los trabajadores de Giralda TV "no se van a poder pagar". No obstante, añadió que habrá conversaciones con los trabajadores para, "de alguna manera", solventar esta situación en el mes de septiembre. Eso sí, Serrano no concretó de qué forma conseguirá el Ayuntamiento el dinero necesario para pagar dichos sueldos.
A la espera de conocer el nuevo informe económico encargado, Serrano reiteró que la situación de la televisión es "calamitosa" y que el presupuesto para 2011, cinco millones de euros, está agotado desde el pasado 30 de junio. Ante esto, el PP ha prometido que la deuda se reducirá hasta los 1,5 millones en este segundo semestre del año y que en 2012 la cadena contará con un presupuesto de 2,9 millones. Si es que no tiene que cerrar antes.
El consejo de administración de ayer también aprobó investigar la gestión de la anterior dirección de Giralda TV e incluso iniciar las acciones legales "precisas y necesarias" contra los administradores de derecho y hecho, la exconcejal Maribel Montaño y el ex director Antonio Silva, respectivamente, por un posible daño a los intereses y el patrimonio de la sociedad.
Serrano lamentó "profundamente" las abstenciones de los representantes de PSOE e IU en el consejo en la votación del inicio del preconcurso de acreedores, "una decisión que viene impuesta legalmente" porque el Ayuntamiento no tiene los siete millones de euros que necesita la televisión. Para el presidente de la cadena, los ahora grupos de la oposición son "conocedores de muchos indicios del comportamiento de la anterior gestión", recalcando que IU apoyó con su actitud a los anteriores administradores, "pese a que Torrijos jamás pisó la televisión, sólo asistió a un consejo de administración y nunca se quejó de nada".
Pero no se quedaron ahí las críticas. Serrano arremetió contra la actitud "irresponsable" de la representante socialista en Giralda TV, Mercedes de Pablos, "que tiene el corazón partido por su condición de miembro del PSOE y por pertenecer al consejo de administración". En réplica, ésta afirmó que el único que tiene el corazón partido es el PP "porque critica la anterior gestión y mantiene al gerente en su puesto -Pablo Castilla-, quien fue el responsable de la captación de ingresos y quien dice ahora que las previsiones eran muy elevadas".
De Pablos explicó que su abstención se debe a que Castilla sigue en su puesto y a que el PP no tiene ni plan de viabilidad ni modelo para la televisión municipal. "Si Zoido amenaza con el cierre, pues que la cierre o que demuestre que todas las televisiones locales del PP tienen coste cero", indicó la edil. A su juicio, es "incomprensible" que el PP haya esperado hasta ahora para actuar, "cuando hace mucho tiempo que se sabía que Giralda tenía problemas de liquidez". "El agujero -argumentó- se trató muchas veces en el Pleno, en la junta general... no se ha actuado con alevosía ni nocturnidad. No hay ningún expolio".
Para De Pablos, el PP hace un uso partidista de la mala situación económica de la televisión local, actuando como oposición y apuntando unas irregularidades de las que no tiene pruebas.
Por su parte, Serrano defendió la labor del gerente, del que dijo que "no tiene implicación en la gestión anterior, ni contrataba ni decidía, es un empleado que plantó cara a los anteriores gestores". A su juicio, "si los responsables de la televisión hicieron unas previsiones de ingresos publicitarios irrealizables e irreales, el gerente poco podía hacer".
Giralda tendrá cuatro meses para llegar a un acuerdo con el 51% de los acreedores si quiere evitar la suspensión de pagos y, por ende, el cierre.
