El secretario general del Mar del Ministerio, Juan Carlos Martín Fragueiro, y la consejera de Agricultura de la Junta, Clara Aguilera, acordaron ayer permitir el intercambio de cuota entre diversas modalidades de pesca -la normativa estatal lo impedía hasta ahora- y negociar un traspaso con otros países del entorno. De hecho, Fragueiro adelantó que ya se han iniciado contactos al respecto, aunque no concretó con qué Estados.
Las almadrabas, un arte de pesca artesanal de esta especie de la que dependen 292 empleos directos y 400 familias en la Bahía gaditana, servirán además para hacer un seguimiento de la especie y obtener información que será trasladada a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) para incorporarla en su plan de recuperación del atún rojo. Este plan es el responsable de que desde 2008 se esté reduciendo la cuota permitida de captura y actualmente está en estudio la inclusión del atún rojo en el catálogo de especies amenazadas. Fragueiro no detalló si esa condición de las almadrabas como observatorio científico tendrá algún rédito económico para el sector y emplazó a una reunión técnica que en "breves fechas" mantendrán el Ministerio y la Junta celebrarán con los empresarios de las almadrabas para explicarles la concreción de estas medidas.
La consejera de Agricultura mostró su satisfacción al considerar "cumplido" el objetivo que se marcó la Junta en su diálogo con el Ministerio de mantener el 100% del empleo en las cuatro almadrabas de Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa.
"Nunca nos hemos planteado que alguna de ellas se pudiera perder", subrayó la consejera, que no obstante admitió que el sector vive una situación de "incertidumbre" que no queda plenamente despejada con este acuerdo sino que "pervive". "Esto no acaba aquí, tendremos que seguir viendo en lo que queda definitivamente", aseveró Aguilera quien, aunque indicó que "el compromiso era garantizar esta campaña".
El responsable de la Organización andaluza de empresarios de almadrabas, Diego Crespo, valoró el acuerdo al considerarse "avalados por ambas administraciones" para iniciar el montaje de las almadrabas en las fechas previstas, ya que el sector dudó de que la cuota fijada de 623 toneladas diera para calarlas todas (el año pasado se quedaron en las redes ejemplares sin poderlos capturar al superarse las 1.200 toneladas fijadas entonces).
Crespo alabó la "flexibilidad" para la cesión de cuota entre modalidades aunque reconoce que "no es la solución porque todo el mundo está falto", y consideró que "sería importantísimo" lograr aumentar el límite mediante el traspaso de otros países.
Ministerio y Junta también se comprometieron a estudiar la situación individual de las dos flotas de caña en Cádiz y palangre en Almería dedicadas parcialmente a la pesca del atún rojo con otras artes y la consejera confió en cerrar otras alternativas para ellas en un plazo "breve".