El Gobierno así como las asociaciones de mujeres y de lucha contra el sida consideraron ayer "un paso significativo y positivo" las declaraciones del Papa Benedicto XVI sobre el uso del preservativo en el libro La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre y que mañana se pone a la venta. No obstante, todos reclamaron a la Iglesia nuevos pasos y de mayor contundencia en esta materia.
La secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, estimó en una entrevista en la Cadena SER que las palabras del Papa en las que justifica el uso del preservativo en ciertos casos suponen un avance pero subrayó que "son necesarios muchos pasos más si quieren romper con ese divorcio que tienen con la ciudadanía". Aído subrayó que las declaraciones de Benedicto XVI suponen "un paso al que no hay que quitarle mérito, mucho más cuando en un tema como éste han querido tener la razón todo el tiempo, por los siglos de los siglos". No obstante, Aído lamentó la "tremenda irresponsabilidad que supone decir que el uso del preservativo no sirve para frenar el VIH en África".
En la misma línea la Fundación Mujeres y la Federación de Mujeres Progresistas coincidieron en calificar de "pequeño avance" el nuevo discurso de la Iglesia sobre el preservativo, si bien reclamaron "más contundencia" en este asunto. La presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, valoró que "todo lo que ayude a utilizar un instrumento que salva vidas bienvenido sea" aunque insistió en que la Iglesia "debería manifestarse más contundentemente". Además, observó que la vía por la que el Papa ha hecho estas manifestaciones no es la habitual de la Iglesia y censuró que se limite el uso del preservativo y haya puesto como ejemplo el de la prostitución.
Asimismo, la presidente de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, apuntó que el trasfondo "sigue siendo el mismo" ya que si bien el Papa justifica el uso del preservativo en algunos casos, luego precisa que "no es la manera de combatir el sida, ya que es necesaria una humanización de la sexualidad".
También atisbaron un avance en la asociación de lucha contra el sida, T4. Su presidente, Marco Imbert, señaló que se trata de un "pequeño avance", que esconde "el miedo del Vaticano al preservativo como medio que valida, para ellos, la libre práctica del sexo".
Más optimismo mostró la agencia de Naciones Unidas para el sida (Onusida) que consideró "un paso significativo y positivo" las declaraciones del Pontífice sobre el uso del preservativo. "Este desarrollo reconoce que un comportamiento sexual responsable y el uso de preservativos desempeñan importantes papeles en la prevención del sida", dijo el director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé. "Esto ayudará a acelerar la revolución para la prevención del sida", agregó.
el vaticano precisa. Mientras, el Vaticano matizó las palabras el Papa y afirmó que no son "un cambio revolucionario", sino una "visión comprensiva" para llevar a una humanidad "culturalmente muy pobre hacia un ejercicio responsable de la sexualidad". El portavoz vaticano, Federico Lombardi, precisó en un comunicado que las manifestaciones de Benedicto XVI "no reforman o cambian las enseñanzas de la Iglesia, sino que las reafirman, en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana como expresión del amor y la responsabilidad.
