Hay desconfianza y escepticismo pero también la intención declarada de cerrar acuerdos parciales contra la crisis. El Gobierno andaluz y los partidos políticos (PSOE, PP e IU) abrieron el miércoles una ronda de negociaciones que mantendrán hasta abril para buscar soluciones conjuntas al 'tsunami' económico.
El ambiente está enrarecido. El PP ha convocado movilizaciones por el empleo en las ocho provincias andaluzas y quiere sacar a la gente a la calle como hizo el pasado domingo en Málaga, al grito de Chaves dimisión. IU también ha advertido de que no dejará a un lado sus protestas. En este clima, los partidos de la oposición se reunieron ayer con el vicepresidente económico, José Antonio Griñán, para comenzar a trabajar en acuerdos contra la crisis. Todos coinciden en que los ciudadanos exigen a sus políticos unidad con la que está cayendo.
Es lo que acordó el pasado viernes el presidente Manuel Chaves con Javier Arenas, líder del PP-A, y Diego Valderas, coordinador regional de IU. "Te digo como cuando el Estatuto, el pacto te interesa a ti y a mi también", aseguró en privado Arenas a Chaves. Pese a esa declaración, la desconfianza mutua de PSOE y PP mina el entendimiento. También IU ya ha dejado claro que ve "tremendamente complicado" firmar acuerdos con la derecha.
Ante las dificultades, la Junta quiere abrir puertas y ha propuesto cuatro grupos de trabajo que permitan acuerdos parciales. Saben que encontrar puntos de encuentro entre IU y PP en determinados asuntos es imposible. Por eso rechazan un acuerdo global y proponen pactar medidas puntuales. Gobierno y oposición abordarán los problemas de financiación y liquidez de la economía andaluza, el desempleo y los problemas concretos en sectores como el de la construcción. Un cuarto bloque quedará abierto y funcionará como una especie de cajón de sastre para abordar otras medidas que surjan. La próxima reunión será el martes.
El secretario general de Economía, Antonio Ávila, informó del encuentro -al que asistió Griñán- y prometió "total transparencia" en todo el proceso y que las reglas de juego estén "claras". El PP, que fue quien lanzó en el Parlamento la posibilidad de reeditar los Pactos de La Moncloa sellados en la Transición, abogó por sentar en la mesa a sindicatos, empresarios y ayuntamientos. Los protagonistas de la concertación, CCOO, UGT y la Confederación de Empresarios de Andalucía, ya rechazaron al unísono esa posibilidad, que tampoco convence a la Junta y al PSOE.
El Ejecutivo aseguró que ambas negociaciones se darán en paralelo y que será la Consejería de Economía la que traslade a la concertación las medidas que se pacten. Los acuerdos también se traducirán en iniciativas en el Parlamento que se podrán tramitar más rápido con pacto previo.
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, que acudió a la reunión -no estaba previsto- para demostrar el interés de su partido, no se quitó de la boca la palabra "escepticismo" pero también declaró con rotundidad: "Lo peor que podemos trasladar a los ciudadanos es que estamos haciendo un teatro. Aquí no estamos para perder el tiempo".
