La crisis irá en aumento, pero la solidaridad también. La asociación Voluntarios Solidarios Palaciegos (Vospa) consiguió el año pasado casi 3.000 kilos de alimentos no perecederos poniéndolos como entrada para un partido que disputaron sus propios voluntarios, los políticos de la Corporación Municipal y los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local. Este sábado la colecta fue mayor aún, no sólo porque Vospa lleva semanas recogiendo alimentos que han donado muchos comercios, hermandades y particulares, sino porque, gracias a una mayor difusión de la iniciativa, en el campo de fútbol San Sebastián había esta vez mucho más público y nadie entró sin su bolsita. Ni siquiera los jugadores, que en esta ocasión fueron dos docenas de voluntarios, docena y media de maestros y una docena de empresarios. La receta, mejorada, funcionó un año más, sobre todo porque no hubo que pagar grandes fichajes ni a entrenadores estelares ni a árbitros profesionales; todas eran caras conocidas del pueblo, de las que regentan comercios o empresas, de las que enseñan a los más pequeños en las escuelas o de las que se vuelcan con los demás porque la satisfacción es insuperable, como refiere Amalia Fernández, la presidenta de Vospa. El hambre de gol de los voluntarios, quienes en su primer encuentro de 35 minutos con los empresarios se adelantaron en el marcador desde el principio, era hambre de solidaridad para con los que pasan hambre de verdad. No en vano, Vospa atiende ya a más de 200 familias que cada día responden menos a los perfiles tradicionales. Hay de todo, dice Conchi Domínguez, vicepresidenta, desde parejas jóvenes con niños a las que le han podido la hipoteca y el paro, hasta empresarios que hace unos años estaban en todo lo alto y ahora no tienen nada de nada. O funcionarios del Ayuntamiento, añade Amalia, que recuerda el drama que están viviendo las 400 familias de los empleados públicos del Consistorio que terminarán el año con cuatro o cinco nóminas pendientes, tal y como han venido arrastrando su situación en 2013. El Banco de Alimentos tiene fichadas a 60 familias, pero nosotros atendemos a casi el triple, señala Aurora Aguilar, secretaria de Vospa. Justamente por eso, la asociación, que nació vinculada al Partido Andalucista y que cada día tiene más vida propia, viene haciendo campañas informativas y de concienciación entre los palaciegos. No basta con el paquete de arroz o de fideos; hace falta aceite y azúcar y galletas y leche y ropa y hasta productos de aseo personal. Muchos comercios locales se han concienciado gracias a estas campañas de Vospa, como la tienda Factory del Hogar, que cada miércoles dona el 7% de lo recaudado. Este miércoles nos trajeron alimentos por valor de 150 euros, decía el sábado Conchi, mientras comenzaba otra pachanga, ahora entre empresarios y maestros. El triangular del sábado fue todo un espectáculo, no sólo por los futbolistas que estaban en forma, sino también por los que no lo estaban. El resultado pareció responder a la lógica de la iniciativa, pues ganaron los voluntarios. Los maestros quedaron en segundo lugar, mientras que los empresarios se quedaron con el tercer puesto. No podía haber perdedores en un evento deportivo donde se iba exclusivamente a ganar, tal vez el tiempo perdido, la solidaridad, la desacostumbrada unión entre voluntarios que dan su tiempo y sus ganas por los demás; maestros que siguen trabajando en sábado; y empresarios que entienden que también los actos benéficos tienen su cuota de rentabilidad en lo más profundo del corazón. La fiesta del fútbol solidario continúa esta semana en cada hogar necesitado, mientras Vospa comienza su campaña de recogida de juguetes para los Reyes Magos.