El que fuera último presidente de la extinta CajaSur hasta su intervención por el Banco de España en mayo del pasado año, Santiago Gómez Sierra, ha asegurado que "el final de CajaSur se entiende como la lealtad de la Iglesia en favor del bien común y que no ha sido un uso teórico sino efectivo y real para defender a los trabajadores" de la entonces caja cordobesa.
En una entrevista concedida a 'www.canaldiocesis.tv' recogida por Europa Press, Gómez Sierra, ahora nuevo obispo de Vergi y auxiliar de Sevilla, que tomará posesión de su cargo el próximo 26 de febrero en la capital hispalense, ha destacado, a la hora de hacer balance de su trayectoria sacerdotal en Córdoba, que "uno de los cargos más señalados" que ha ocupado en dicho periodo fue "el de consejero y posteriormente presidente de CajaSur, un período en el que ha tenido momentos gratificantes, pero también de cruz y de sufrimiento".
A este respecto, Gómez Sierra ha confesado a la citada televisión por Internet de la Diócesis de Córdoba que cuando recibió la noticia de su designación como consejero en CajaSur le dijo al entonces obispo de Córdoba y ahora arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que él no se veía para dicho cargo pero que, aun así, lo aceptó "con disponibilidad, como había hecho siempre".
A pesar de la situación que ha vivido CajaSur (ahora BBK Bank CajaSur), que, según Gómez Sierra, "es lo mismo que ha pasado en todas la cajas del sector", su paso por la entidad le ha servido para bien, por las responsabilidades que ha tenido que afrontar y por las relaciones institucionales que ha entablado con personas del mundo financiero, además de con partidos, sindicatos y otros empresarios, ya que "eso es asomarte al mundo fuera de la cultura intraeclesial".
Pero, según ha subrayado el obispo auxiliar de Sevilla, tampoco hay que perder de vista la misión que la Iglesia ha cumplido en CajaSur, siguiendo el camino del Evangelio: "la pobreza, el no buscar el interés propio, todo esto es una fuente de libertad inigualable y yo lo he comprobado en CajaSur", lo que le ha llevado a concluir que "el final de CajaSur se entiende como la lealtad de la Iglesia en favor del bien común y que no ha sido un uso teórico sino efectivo y real para defender a los trabajadores".
En cuanto a su nuevo ministerio en la Archidiócesis de Sevilla, que empieza a ejercer después de 28 años de sacerdocio, Gómez Sierra, que se incardinó desde su ordenación a la Diócesis de Córdoba, de la que llegó a ser vicario general, afirma que está dispuesto para afrontar esta nueva etapa, "aunque no sin sacrificio", porque lleva muchos años viviendo en Córdoba, donde tiene familia y amigos, pero aún así va "a Sevilla, una Iglesia que es familia y en la que me recibirán como se recibe a un hermano, y luego voy con mucha confianza porque qué duda cabe que mi tarea como auxiliar va a ser la de ayudar al obispo propio, que es monseñor Juan José Asenjo, al que conozco bien, y encontraré en él a un padre que me irá enseñando el oficio".
