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Gonzalo, el padre del Alcalá

A sus 34 años, el atacante es el más veterano del plantel blanquiazul. Este verano pudo marcharse, pero no lo hizo. El principal motivo, su hijo.

el 28 ago 2014 / 15:52 h.

Foto gonzalo_opt El alcalareño Gonzalo celebra con su hijo su segundo gol ante el Sanluqueño el pasado domingo. / J. Sánchez El pasado domingo frente al Sanluqueño, Gonzalo Triguero Cruz ejerció en el vestuario del CD Alcalá como lo que es. Un líder y un gran padre dispuesto a dejarlo todo por la felicidad de su hijo. Hace poco más de un mes, el delantero alcalareño debatía en su cabeza si seguir un año más en la entidad blanquiazul o cambiar de aires. Y al final, optó por renovar. Ni por seguir en la categoría ni por las cantidades económicas. Hubo un motivo especial que le hizo decantarse por continuar vistiendo la elástica panadera: poder seguir disfrutando de su hijo en cada entrenamiento y en cada partido en el Ciudad de Alcalá. A sus 34 años, Gonzalo es padre de un niño de 6 años que, con su mismo nombre, ya está demostrando en la cantera sevillista que tiene sus mismos dotes futbolísticas. Gonzalo hijo junto con su primo David son los seguidores más fieles del delantero blanquiazul. Y por lo tanto, las dedicatorias de los goles de Gonzalo padre tienen su dedicatoria reservada. “A los partidos siempre me acompañan mi mujer, mi cuñado, mi hijo y mi sobrino que, en cuanto salgo a calentar, ya me están avisando de dónde están para que vaya a celebrar los goles con ellos”, señala el ariete, quien confiesa que esa imagen es la que le hizo estampar su rúbrica con el club este verano. “Si me iba a cualquier otro equipo ya no podría verlos disfrutar en cada entrenamiento o partido que jugase, así que decidí quedarme. Noto como disfrutan y yo con ellos”. Y de igual manera que actúa con su hijo en el día a día, Gonzalo ya ha comenzado a aleccionar, junto a sus compañeros más veteranos, a los más jóvenes del vestuario que dirige Juan Ureña: “En el calentamiento los notábamos algo nerviosos, pero gente como Serrano, Pana, Pulido, Carlos Ávila o yo, junto con el cuerpo técnico, tratamos de tranquilizarlos para que peleasen en el campo sin miedo alguno. Y todos estuvieron a la altura”. El mensaje fue claro, “que aprovechasen este escaparate y que tomasen como ejemplo a otros jóvenes talentos que el año pasado aprovecharon la oportunidad como Tena, Martínez o Jairo”. Pero si algo caracteriza a Gonzalo es su carácter competitivo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Pese a su dilatada trayectoria en Tercera División tanto con la elástica del CD Mairena como con la del Alcalá, con quien jugaría en Segunda B, el atacante acude a cada sesión con la misma ilusión que un juvenil. El que antes se calza las botas, el que primero rompe a sudar, ese es Gonzalo. Él mismo sabe que este año volverá a ser un referente para los Gordi, Pedrito, Yan, David López y compañía. Por eso promete más trabajo si cabe: “Cuando ellos ven que un jugador de la edad mía se parte la cara, saben que no pueden bajar los brazos. Yo siempre les digo que no hay nadie mejor que nadie, sólo hay que luchar y pelear como uno sabe”. Como padre del vestuario también que es, al ser el mayor de edad, las bromas entre él y José Serrano son casi diarias por ver quién aparenta menos edad: “Yo le digo que parece que tiene 37, cuando yo tengo un año más que él. Es otro ejemplo a seguir, al igual que Pana o Pulido”. Mientras la mayoría de los niños juegan y sueñan con ser como Messi o Cristiano Ronaldo, el hijo de Gonzalo duerme tranquilo, su referente lo tiene en casa. Y lo mejor, juega con él cada día.

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