Hay una obra personal "en todos los sentidos"; hay una veta nostálgica, una necesidad de mirar atrás para posicionarse en el presente. Hay una reivindicación del dibujo; una constancia en el trazo; hay impulsos juveniles y el reposo de la veteranía.
Este compendio de arte y magisterio, de oficio y creación, ha dado como resultado Ayer y hoy en mi memoria. 50 años de dibujo, un volumen escrito y editado por el pintor jerezano Gonzalo Martínez, catedrático de Morfología general y Anatomía aplicada en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, con el que ha querido resumir su trayectoria.
Afincado en Sevilla desde hace 25 años, Gonzalo Martínez ha realizado una dolorosa selección, por lo que implica de pérdida, de 75 dibujos realizados entre 1958, "cuando apenas era un niño de 13 años", y 2008, que refleja sus distintas etapas cerativas.
Además, Martínez ha acompañado cada dibujo de un poema escrito por él mismo en un estilo libre y personal, "dejándome llevar por mis propias sensaciones y sentimientos, e intentando aportar al lector las motivaciones y reflexiones que dieron lugar a cada uno de los dibujos". Se trata, pues, de la primera vez que el autor se presenta como escritor, dando a conocer así su completo universo creativo, por lo que ha preferido editar él mismo su libro, sin ninguna intervención y subvención ajena, para sacar a la luz "mi propia vida tal y como yo quería", explica el profesor.
De este modo, en el casi centenar de dibujos seleccionados, explica Martínez, se pueden observar dos cosas: "Que los deseos de evolucionar, de búsqueda y de investigación van cambiando; pero que la ilusión por el trabajo, el oficio diario y el afán de superación sigue siendo el mismo", explica este profesor, que decidió muy pronto dar salida profesional a su veta creativa, cuando ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez de la Frontera a los 13 años.
"Procedía de una familia humilde; de un padre tonelero; por lo que pronto me puse a trabajar". Consiguió con apenas 20 años dirigir la sección de cartelismo en una empresa de artes gráficas que se dedicaba al etiquetado y la publicidad de las grandes bodegas jerezanas. "Pero a los 25 años decidí romper con todo; reuní mis ahorros y me vine a Sevilla a estudiar en la Facultad de Bellas Artes". Aquí se inicia un periplo vital y artístico que ha paseado a Gonzalo Martínez por varias ciudades españolas; y que se ha trasladado también a su extensa obra dibujística, engrandecida con su experiencia personal.
"Sin evolución, todo sería aburridísimo", reconoce el catedrático, que asegura que "una de las cosas que me caracterizan es el deseo de búsqueda constante, de encontrar nuevas lecturas, nuevas formas de mirar y de sentir".
Todo ello queda reflejado en este conjunto de dibujos en el que Gonzalo Martínez ha empleado "todas las técnicas posibles": carboncillo, tiza, pastel, grafito, tinta con palillo, carboncillo con difumino... y todo para reivindicar que el dibujo como "el principio fundamental del trabajo creativo". Y se explica: "Hay ciertos sectores que consideran el dibujo un arte menor, de menos trascendencia, como meros bocetos preparatorios, cuando en realidad es la base de un artista". Este sentido reivindicativo que toma su obra tras estas declaraciones se ejemplifica en la mayoría de los dibujos de Martínez, para quien este género responde "al sentimiento primario de un artista que brota de manera espontánea".
"La pintura es más reposada, necesita de la meditación del artista, pero el dibujo es el trazo primario, primitivo", insiste el profesor, que defiende "que un dibujo hecho en diez minutos puede ser más importante y tener más contenido que una pintura en la que se han invertido dos meses; esa síntesis que recoge la obra expresada en un momento de emoción no tiene comparación con nada", asegura.
Como catedrático de la Universidad de Sevilla, Gonzalo Martínez no ha querido olvidar tampoco en su obra su faceta como docente e investigador y ha incluido un estudio sobre la Historia del Dibujo desde sus orígenes hasta el momento actual.
