Deportes

Gracias a la conexión de sus genios

El plantel de Heliópolis no recuerda al del ejercicio anterior, aunque sí firma unos números de similares magnitudes. Es maduro y funciona de forma fiable gracias a sus genios.

el 22 sep 2012 / 21:38 h.

En Primera División, los genios son propiedad de los únicos aspirantes al título, el Barça del supersónico Messi y el Real Madrid del intrépido Mourinho. En el Betis de Pepe Mel, los genios son los fiables, aquellos que interpretan su papel de forma fiel y deciden partidos ante rivales de clase media. El RCD Espanyol de Mauricio Pochettino cuestionó el triunfo heliopolitano con los argumentos de aquellos que asumen con naturalidad su ideología. Con atrevimiento y potencia en la segunda línea. El plantel de Heliópolis no recuerda al del ejercicio anterior, aunque sí firma unos números de similares magnitudes. Es maduro, funciona gracias a la conexión de sus estrellas y rentabiliza en forma de puntos sus latigazos en ataque.

Las alforjas están repletas de puntos y la calma impera en La Palmera. Las absurdas polémicas originadas por asuntos extradeportivos ocultan el nacimiento de un nuevo ciclo en el Benito Villamarín. El Betis ha mudado su piel para triunfar. Ha renunciado al monopolio de la posesión de balón en favor de sus contras de manual. Acepta que los encuentros se dinamiten. Que el orden y el desconcierto adquieran una relevancia total. Y ha sabido vencer sin necesidad de asumir el habitual y carísimo período de adaptación. De someter a ser la víctima. De dominar a especular con convencimiento.

En La Palmera, allí donde brotan el desaliento y la euforia de forma cíclica, convive un grupo de estrellas que resuelve a base de calidad. Paulao, Beñat, Rubén Castro, Mario y el descubrimiento de verano, Juan Carlos, son la viva imagen del nuevo Betis. De aquel que ha sabido combinar atrevimiento y seguridad. De aquel que repite los registros del curso anterior con un plan diferente. De aquel que calcula la distancia con el descenso con la sangre fría de los ciclópeos. Su fútbol ya no enamora al aficionado imparcial, pero sí convence al bético impenitente. Y los números conceden crédito al proyecto de la consolidación. Un proyecto común y sin polémicas. Un proyecto colectivo y sin protagonistas ególatras. La compañía agradece la calma. Una dulce calma hacia la permanencia.

  • 1