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Gran ocasión, gran presión

El Betis, en su enésimo intento de escalar la montaña de la salvación y huir del abismo del descenso, recibe al Murcia, el penúltimo de la Liga y el peor del año. Hay muchas posibilidades de que desperdicie la ocasión, porque suele hacerlo, pero haría bien en aprovecharla.

el 15 sep 2009 / 00:57 h.

El Betis, en su enésimo intento de escalar la montaña de la salvación y huir del abismo del descenso, recibe al Murcia, el penúltimo de la Liga y el peor del año. Hay muchas posibilidades de que desperdicie la ocasión, porque suele hacerlo, pero haría bien en aprovecharla. La zona de descenso lo acosa.

El destino, la fortuna, los astros o simplemente el calendario vuelven a ser generosos con el Betis. En su nuevo intento de ir tabla arriba tras el importante empate ante el Mallorca y la importantísima victoria sobre el Real Madrid, el equipo verdiblanco se encuentra en su camino con uno de los mejores rivales que podría tener delante.

El Murcia, en plena cuesta abajo después de protagonizar una primera vuelta decente, para hoy en Heliópolis ahogado por la peor racha de cualquiera de los veinte conjuntos de Primera, con cuatro puntos de los 24 jugados en lo que va de año y sin ver puerta en las tres últimas jornadas.

El problema es que el Betis no suele ser muy agradecido con estos favores que le da el azar de la competición. Ocasión que tiene, ocasión que desperdicia. Los antecedentes son dolorosos y cercanos, como bien recordarán los béticos.

Esta temporada, su equipo ya falló en duelos directos ante el Levante, el Recreativo y el Deportivo, con los agravantes añadidos de que en dos de esos encuentros marcó primero (Levante y Recreativo) y en dos de esos encuentros jugó en casa (Recreativo y Deportivo). Y si hace memoria y se retrotrae a la pasada campaña, se acordará de los partidos frente a la Real Sociedad, el Nástic, el Celta, Osasuna?

El paralelismo del choque de esta tarde en La Palmera con todos los citados es evidente, y por tanto inquietante, habida cuenta del rendimiento del Betis cuando el viento se le anuncia a favor. La similitud se basa en dos hechos. El primero, que Paco Chaparro y los suyos tienen la ocasión de ampliar su margen sobre la zona de descenso, reducida anoche a cero puntos tras la victoria del Deportivo (y menos mal que el Real Madrid ganó en Huelva).

Y el segundo, que el Murcia llega en las mismas condiciones que la Real o el Nástic el año pasado, agobiadísimo por una crisis tan profunda que le ha hecho sumar un solo puntito en toda la segunda vuelta y hundirse en la decimoctava plaza, a seis puntos de la frontera de la permanencia y del Betis, lo que convierte su visita en una final con mayúsculas.

Y luego está el factor campo. Heliópolis no es un fortín ni mucho menos, pero para el Betis se ha convertido en el referente que no fue la pasada temporada: allí ha sumado 18 de sus 29 puntos, el 62% del total, y con Chaparro al mando el porcentaje aumenta al 66% (10 de 15). El Murcia, como es natural debido a su ubicación clasificatoria, pasa por ser uno de los visitantes más endebles de la competición: apenas ha logrado 8 puntos, fruto de una victoria, cinco empates y siete derrotas. Como bien dijo ayer Chaparro, si para su escuadra es una final, qué no será para el rival.

Otra vez la misma lista. A todo esto, como anticipo de lo que puede ocurrir hoy, el técnico trianero convocó ayer a los mismos futbolistas que viajaron a Palma. Tan inusual hecho induce a seguir pensando que la alineación será la misma de las dos anteriores jornadas; si es así, el once titular del Betis gozará de una continuidad inédita desde hace cuatro años, toda una gesta que además suele ser síntoma de que las cosas, por una vez en la vida, marchan bien.

El problema para los heliopolitanos es que el peso del envite en esta ocasión correrá a su cargo, y está comprobado que el equipo se siente incomodísimo cuando le toca atacar defensas cerradas. Porque no parece previsible que el Murcia, pese a jugarse lo que se juega, esté dispuesto a ir de frente a por los puntos. Más bien se le espera agazapadito y pendiente de su contragolpe, aun así mermado por una baja tan fundamental como la de su goleador, Fernando Baiano.

Y una pregunta para finalizar: ¿habrán estudiado los pimentoneros cómo anular la jugada favorita del Betis? Si Pavone y Edu vuelven a conectar, quién sabe, a lo mejor el Betis es capaz de cambiar su destino.

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