El comisario europeo de Asuntos económicos y monetarios, Olli Rehn, anunció ayer que el programa de ajuste fiscal y reformas económicas que negocian las instituciones internacionales con el Gobierno griego estará listo en pocos días, lo que abrirá la puerta a la activación de la ayuda de la Eurozona.
"Estamos a punto de terminar las negociaciones", dijo el comisario en una declaración pública que hizo en Bruselas, en la que predijo que esto ocurrirá "pronto", "en los próximos días".
Mientras, los griegos deberán apretarse aún más el cinturón si su Gobierno saca adelante un draconiano plan de austeridad trianual que pretende rebajar el déficit público en más de 10 puntos para 2013
El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, se reunió ayer en Atenas con los agentes sociales para anticiparles algunos detalles del nuevo programa de reformas con el que pretende sanear las cuentas públicas del país.
Papandréu tiene dos frentes abiertos: el internacional, que le debe proporcionar la ayuda financiera que necesita Grecia, y el interno, sobre todo el sindical, que se opone al plan de ajuste que exigen tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como Alemania, y que ya ha convocado una huelga general para el próximo miércoles.
El plan de ahorro, que tendrá por ahora una duración de tres años, comprende fuertes recortes de los sueldos de los funcionarios, así como la supresión de dos pagas extras, al tiempo que prevé la congelación salarial en el sector privado y en las pensiones.
Además, el Gobierno prevé el aumento adicional de varios impuestos, como el IVA, que ya subió dos puntos en marzo, hasta el 21%, así como a incrementar la carga impositiva sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina.