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Grecia vuelve a incumplir y trata a la desesperada de convencer a Europa

Atenas pide que no se le convierta en "chivo expiatorio" de la crisis de deuda de la Eurozona y promete frutos de sus esfuerzos.

el 03 oct 2011 / 21:44 h.

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Grecia admitió que no solo no cumplirá los objetivos de déficit público para este año y el que viene, sino que tampoco cuadrará los de deuda y las previsiones de crecimiento y desató una nueva jornada de locura.

Los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete mantuvieron ayer un encuentro previo a la cumbre de hoy, en la que se centraron en examinar las nuevas medidas de ajuste de Grecia para desbloquear el tramo de 8.000 millones de ayuda urgente que requiere para no suspender pagos en octubre. Aun así, no se concretó liberar ese dinero porque todavía no está listo el informe de los inspectores de la UE, del Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -la troika- que debe certificar si Grecia cumple las condiciones para su rescate.

El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, pidió que no se convierta a Grecia en el "chivo expiatorio" de la crisis de deuda de la Eurozona y prometió "resultados" en materia de consolidación fiscal pese a las desviaciones respecto al objetivo de déficit de 2011 y 2012.

"Grecia es un país con dificultades estructurales. Tenemos el potencial y la capacidad de avanzar pese a la profunda recesión acumulada del 12% del PIB en los últimos tres años", afirmó antes de la reunión del Eurogrupo. "Grecia ha aprobado todas las medidas necesarias y difíciles para cumplir sus obligaciones hacia sus socios institucionales", insistió. "El proceso de consolidación fiscal de los dos últimos años es muy fuerte y rápido y ahora estamos preparados para presentar resultados", agregó.

En este sentido, Venizelos señaló que el presupuesto de 2012 es "muy ambicioso" porque logrará "por primera vez en muchos años" un superávit de 3.200 millones de euros, frente a un déficit de 24.000 millones en 2009.

Mientras tanto, urge actuar. El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, advirtió de que en Europa "no se puede perder más tiempo" porque los problemas "se acumulan encima de la mesa y posponer las decisiones eleva el coste para todos", por lo que recordó a los estados miembros que deben actuar con urgencia y no solo pensando en Grecia, sino en "su propio interés", ya que a su juicio "se encuentra en juego el futuro de la integración europea".

El rescate de Grecia es clave, en palabras de Almunia, para evitar el riesgo de contagio a otros países periféricos de la Zona Euro, y en concreto se refirió a Portugal e Italia, que "están haciendo sus esfuerzos" para evitar caer en la incertidumbre de los mercados. "No es posible descartar que si se tarda en encontrar una solución a Grecia el riesgo de contagio vaya en aumento", recalcó.

"Otros países de la Zona Euro, Italia, España o Bélgica podemos tener problemas de liquidez en un momento determinado igual que lo han tenido grandes bancos que forman parte de países del corazón de la Zona Euro, pero los problemas de liquidez y solvencia requieren del instrumento financiero que se creó hace un año para dar salida a los problemas de financiación que no pueden ser resueltos acudiendo cada uno por su cuenta a los mercados", espetó.

En esta línea, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, consideró "conveniente" reforzar la "capacidad" del fondo de rescate de 440.000 millones para países endeudados, aunque sin aumentar su dotación real.

Salgado se sitúa así del lado de la CE, que defiende apalancar el fondo para que resulte más eficaz a la hora de contener el contagio de la crisis de deuda a Italia y España, y se enfrenta a Alemania que, de momento, se resiste a esta iniciativa.

La agenda de hoy será también intensa para los ministros de Economía de los Veintisiete, que discutirán si la UE puede poner en marcha un plan de estímulo limitado, a cargo de países como Alemania, Suecia o Finlandia, para impulsar el crecimiento y evitar que los ajustes puestos en marcha para frenar la crisis de deuda ahoguen la recuperación.
Se trata de revisar el acuerdo adoptado en 2009, según el cual todos los Estados miembros debían retirar las medidas de estímulo adoptadas al principio de la crisis como muy tarde en 2011. La UE cede así a la presión de EEUU y el FMI, que han advertido de que el exceso de austeridad ralentiza la recuperación.

El debate se realiza a propuesta de la Comisión. Su presidente, José Manuel Durao Barroso dijo la semana pasada ante la Eurocámara que "no tenemos mucho margen para un nuevo estímulo presupuestario, pero esto no significa que no podamos hacer más para promover el crecimiento".

En este sentido, el Ecofín reiterará que los países que han sido rescatados (Grecia, Portugal e Irlanda) y los que han requerido ayuda del BCE (Italia y España) tienen que aplicar los ajustes exigidos para cumplir los objetivos de reducción del déficit y no tienen ningún margen de maniobra para medidas de estímulo.

El resto de países expedientados por déficit excesivo, entre ellos Francia, también deben seguir la senda de austeridad. Solo países como Alemania o Países Bajos o como Suecia, Finlandia o Luxemburgo disponen de cierto margen presupuestario.

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