Así, el presidente arengó a los ediles a proponer soluciones concretas siendo leales al sentido del voto que les ha dado plena legitimidad. "Por eso hemos dicho que ningún socialista ponga su voto al servicio de la derecha porque eso no es lo que espera nadie de nosotros", -tras el 22M el PP gobierna en cinco municipios gracias al apoyo del PSOE-.
Al tiempo, el presidente se mostró crítico por lo que está sucediendo en la Zona Euro, "desde donde se está manifestando claramente que la crisis la estamos afrontando sin cohesión".
Por otro lado, el alcalde de Dos Hermanas y presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) -y uno de los pocos referentes socialistas en las grandes ciudades andaluzas que siguen a flote-, Francisco Toscano, aduló a Griñán como impulsor de leyes locales que, a su juicio, resuelven el debate sobre la utilidad de las diputaciones.
Con respecto a las medidas aprobadas en el Parlamento hace dos días, Griñán dijo que se trata de "proyectos dirigidos directamente a solucionar el desempleo" y recordó aquellas destinadas a implementar la construcción, "sector que tira mucho de la economía", así como las destinadas a la mejora de las políticas de desarrollo rural. También habló del decreto para reglar viviendas ilegales e hizo hincapié en aquellas otras más polémicas como las becas para jóvenes desempleados que deseen volver a los estudios. Griñán lamentó que "la derechona más derechona" criticara estas becas como un malgasto, refiriéndose a los comentarios del portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida.
Asimismo, el presidente autonómico defendió de nuevo sus medidas de transparencia democrática aludiendo a la creación del escaño 110 como acercamiento al movimiento 15-M, al que reseñó en numerosas ocasiones en su intervención como una invitación a la reflexión de todos.