Adiós a la gran caja andaluza que los socialistas llevan defendiendo más de una década. "Lo importante" ahora es garantizar la estabilidad del sistema financiero, fue el mensaje.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, dejó ayer claro que bendecirá la integración de Cajasol en Banca Cívica a pesar de que ese plan dinamite la hoja de ruta que él mismo y su Gobierno habían trazado y desvelado hace poco más de cuatro meses con total solemnidad en sede parlamentaria.
La frase ayer más comentada entre los socialistas fue que las piezas en el puzle financiero se mueven con una rapidez vertiginosa y que las circunstancias son ahora mismo muy diferentes a las que había cuando el dirigente autonómico, en junio, pidió a las cajas andaluzas que se miraran entre sí y emprendieran el camino hacia una gran caja andaluza.
Desde entonces, las entidades han hecho justo el recorrido contrario que Griñán marcó.
La recomendación del Banco de España apremiando a Cajasol a dar pasos para fortalecerse ha vencido a cualquier consigna política. Al matrimonio con Unicaja, si es que alguna vez hubo una intención seria en algunas de estas entidades por unirse, ha ganado un matrimonio de conveniencia con un SIP foráneo.
Si hasta ayer el mensaje era la necesidad de ganar músculo financiero andaluz, ahora se destaca la importancia de que Cajasol "lidere el proceso de apertura al exterior". Un giro de 180 grados.
La gran caja andaluza que los socialistas llevan sin éxito peleando en la comunidad los últimos doce años, ha quedado sepultada en un tiempo récord. La alianza de Cajasol con el SIP que lidera Navarra parece ya descartar en el horizonte una gran caja con ADN andaluz. Pero que nadie piense que el Gobierno de Griñán va a oponerse con uñas y dientes a que ese plan salte por los aires o va a entrar en guerra con la caja sevillana.
Ni mucho menos. El mensaje es, primero, "total respeto" a lo que decida la caja, siempre que se plantee en términos de solvencia y en beneficio de los andaluces. Griñán, que obvió el revés político que el nuevo SIP supone a su proyecto, se dedicó a poner el foco en los que, a su juicio, son los puntos fuertes de la integración.
Dejó claro que llegados a este punto "es importantísimo garantizar la estabilidad del sector financiero" y recordó que había que mover ficha rápido porque las ayudas del FROB expiran el 31 de diciembre.
Los socialistas, así lo defendió también en rueda de prensa la secretaria de organización del PSOE-A, Susana Díaz, dicen que la gran caja andaluza no salta por los aires ahora sino en el momento en el que Cajasur decide entregarse al Banco de España. "Ése fue el primer misil", dijo Díaz. El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, informó "puntualmente" esta semana a la dirección socialista y al Gobierno andaluz de sus planes, según dijo Díaz.
¿Y qué fue de la fusión de Unicaja y Cajasol que el PSOE y la Junta, con el apoyo del PP, habían estado defendiendo hasta hace pocos días? A eso no hay, de momento, respuesta oficial.
Si llegaron o no a la Consejería de Economía los informes que ambas cajas habían encargado o las razones objetivas que podrían haber desaconsejado esa unión, no se conocen. En privado, la Junta y el PSOE apuntan a la sangría de puestos de trabajo que hubiera supuesto esa fusión andaluza. Ni un reproche a las cajas y ni un atisbo de autocrítica.
Arenas acusa al presidente de estar «en Babia»
El PP andaluz va a apoyar la integración de Cajasol con Banca Cívica pero el principal partido de la oposición no va dejar pasar la oportunidad para subrayar el éxito nulo del plan de José Antonio Griñán para el sistema financiero andaluz.
El presidente del PP-A, Javier Arenas, acusó a Griñán de haber estado "en Babia" en todo el proceso de fusión de las cajas y mostró su deseo de que la propuesta de Cajasol de fusión fría sea positiva para Andalucía y su sistema financiero.
Arenas dijo que el PP respetará "al cien por cien" la decisión de los órganos de Cajasol. "Es lo que hemos hecho siempre con las cajas, ya que defendemos su despolitización". El dirigente popular subrayó que es "clave" la opinión del Banco de España. "Y si se confirma lo que sé en este momento, esta institución ha orientado y apoyado esta fusión", agregó.
Hasta ahí, Arenas, que también apoyó meses atrás una gran caja andaluza, dijo lo mismo que el Gobierno andaluz y el PSOE.
Pero el principal partido de la oposición no piensa renunciar a poner el acento en las debilidades del discurso político del Gobierno en este proceso. Arenas criticó que el jueves por la tarde el presidente de la Junta "todavía decía en los pasillos del Parlamento que seguía confiando en la caja única", y añadió que Andalucía tiene a un presidente "en la inopia y que no está en las cosas importantes del presente y el futuro de la región".
Según Arenas, el Gobierno andaluz ha estado "completamente out en todo el proceso de fusión de cajas que ha sucedido en España", por lo que entiende que Griñán tiene una responsabilidad política "grave" en lo que ha pasado. Ante la acusación del Gobierno de que la falta de consenso con el PP ha impedido la gran caja andaluza, exigieron que no busquen culpables más allá de su "incompetencia".
