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Griñán combinará medidas de ajuste y estímulo económico

El presidente de la Junta , José Antonio Griñán, enfrenta hoy su primer gran debate en el Parlamento -tras el de su investidura- con una receta: desplegar medidas concretas que contrarresten el debate bronco y duro que ha avisado que hará la oposición.

el 08 jun 2010 / 21:01 h.

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El presidente encara hoy su primer Debate del Estado de la Comunidad.

En el Gobierno andaluz son muchos, sobre todo los tecnócratas, a los que chirría especialmente que esa bronca lo eclipse todo. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, aseguró ayer que Griñán llevará a la Cámara "no sólo palabras" sino un debate "dirigido y pensando para la gente, con iniciativas y propuestas", de "ajustes y de recuperación económica". El objetivo es huir de una pelea dialéctica "alicorta, sucia o demagógica", advirtió. Es la respuesta al anticipo del PP, que avisó de que el debate sería "duro".

El presidente andaluz debe sentar mañana las bases de su acción política para los dos años que quedan para las elecciones autonómicas. Para Griñán es un debate crucial. Si en el último, celebrado en junio de 2007 (antes de las elecciones y de la sucesión), el entonces presidente Manuel Chaves se permitió hacer balance al abrigo de "brillantes" datos económicos, nada más lejos de lo que le tocará hoy a Griñán, en un clima social crispado. Después de dos años de recesión, Andalucía ha experimentado un crecimiento mínimo, del 0,5% del PIB el primer trimestre del año, pero Griñán lo venderá como la señal de que la crisis remonta. Más difícil se lo pone la cifra récord del paro: el 27% de la población.

En el Parlamento, Griñán desgranará por vez primera el plan de ajustes con el que Andalucía cumplirá con el compromiso de reducir su déficit al 1,1% en 2013 (hoy ronda el 6,8% del PIB). Las medidas pasarán por tres claves: una reforma fiscal, una reestructuración del sector público y una reprogramación de la inversión en infraestructuras. Griñán desvelará por fin cómo mejorará su Gobierno los ingresos por la vía tributaria. Lo más previsible es que Andalucía siga la estela de otras comunidades como Cataluña o Baleares y programe una subida del IRPF para las rentas más altas (superiores a los 100.000 euros anuales). Tampoco descartaba el Ejecutivo andaluz en los días previos al debate la creación de nuevas figuras impositivas. El Gobierno balear, por ejemplo, creará un impuesto que grave las actividades industriales más contaminantes. Griñán fue uno de los barones autonómicos que pidió con más empuje a Zapatero que creará un impuesto para que los ricos pagaran más.

En cuanto al rediseño del mapa de empresas públicas, el Gobierno ya ha anunciado que habrá fusiones, se simplificará la estructura periférica y se redefinirán sus recursos humano. La Junta -según datos del inventario oficial del Ministerio de Economía- cuenta con 317 entes instrumentales. El embrollo es tal que la Cámara de Cuentas sólo fiscaliza 172 empresas públicas.

En el capítulo de ahorro, el Gobierno andaluz avanzó ayer a El Correo que Griñán pedirá a su gabinete un esfuerzo extraordinario para elevar un 10% las restricciones previstas en el Presupuesto para los gastos operativos (protocolo, información institucional, publicaciones, material de oficinas o dietas). Este esfuerzo adicional supondrá, según cálculos de la Junta, 45 millones más. Hacienda ya preveía este año un ahorro de 134,4 millones de euros en este apartado. Hasta 300 millones de ahorro acumulado desde 2008. Además el Gobierno andaluz llevará a cabo una revisión de sus sedes oficiales, para reducir alquileres y otros gastos de funcionamiento. En plena campaña de la oposición contra la rehabilitación de San Telmo (sede oficial del Gobierno), la Junta revisará todos los contratos de arrendamiento actualmente en vigor.

Y mientras que Griñán tratará de ganar crédito político y enderezar el rumbo de su partido en horas bajas en las encuestas, PP e IU se fajarán para debilitar al presidente socialista. El equipo de Javier Arenas ya ha advertido de que el PP prepara un debate que será "duro" y por supuesto fruto del negro panorama económico. Defenderán que las recetas socialistas están "fracasadas" para salir de la crisis y pondrán en duda el futuro político de Griñán, dentro de un Partido Socialista que aseguran ha estado en crisis permanente en los últimos dos años. Los populares jugaran fuerte y con la vista puesta en las elecciones municipales para certificar que se puede producir un salto histórico de Andalucía hacia el PP después de 30 años de gobiernos socialistas. Por su parte Izquierda Unida defenderá su espacio político para erigirse como la única fuerza en la izquierda. Cuando el tijeretazo en los sueldos de los funcionarios o las pensiones amenazan la credibilidad socialista en materia social, IU saca pecho.

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