El PSOE andaluz quiso desmarcarse ayer de la debacle de los socialistas catalanes en las elecciones del domingo, en las que cosecharon el peor resultado de su historia. El presidente de la Junta y líder del PSOE-A, José Antonio Griñán, rechazó que el descalabro del PSC sea extrapolable a otras comunidades y se mostró convencido de que los ciudadanos han querido "castigar" la "política errática" del tripartito y no las "políticas socialistas". La oposición, sin embargo, sí hizo una lectura andaluza y aconsejó a Griñán a que "tome nota" del fracaso del PSC en las urnas. El PP-A, eufórico por el ascenso de su partido en Cataluña, vaticinó que el "deseo del cambio" también se producirá en Andalucía.
El desastre del PSC ha hecho caer a su líder, José Montilla, uno de los barones socialistas con más peso en el partido. Pero Griñán no cree que el hundimiento de los socialistas catalanes pueda tambalear la hegemonía del PSOE en Andalucía. Aunque reconoció que en época de crisis "se castiga a los que están en el gobierno", puntualizó que la derrota del tripartito catalán ha sido "muy severa y muy superior a la que se ha producido en otras latitudes donde también se gobierna en crisis". Griñán recordó que el tripartito ha perdido cerca de 470.000 votos, que "son muchos", en favor de las fuerzas nacionalistas y soberanistas, de modo que sólo los partidos de CIU y SI -"que no tienen capacidad de gobierno fuera de Cataluña"- han acaparado el 80% de los votos que han perdido las tres formaciones en el poder. Este hecho debe motivar, según Griñán, a que se abra un debate "muy importante para restablecer consensos constitucionales y sobre el Estado de las Autonomías, con el fin de fortalecer la igualdad", algo que "Andalucía defenderá siempre".
A su juicio, la derrota del tripartito es un "hecho objetivo" que obliga a "reflexionar sobre el hecho de que, aún habiendo más votantes, hayan perdido casi 470.000 votos". No obstante, restó importancia a que el ascenso del PP catalán anticipe un cambio en España porque, según él, aunque sea la tercera fuerza "le falta mucho para gobernar".
Desde el PSOE-A, la presidenta, Rosa Torres, fue tajante: "No se puede hacer una lectura comparativa entre Andalucía y Cataluña". Dijo que los socialistas no se van a meter en "berenjenales" tratando de ver la relación directa entre lo ocurrido en Cataluña y lo que pueda pasar en Andalucía o en España porque, a su juicio, la situación y el espectro político de Cataluña no tiene nada que ver con el de otras comunidades. Torres coincidió con Griñán en que ha habido un "castigo" claro al tripartito como fórmula de gobierno y también quiso bajarle los humos al PP. Recordó que el PP catalán ha subido algo más de 1,5 puntos y se preguntó si esa es la remontada que los populares andaluces piensan que tendrán en la comunidad.
consecuencias. El PP-A está seguro de que el cambio también llegará a Andalucía. La portavoz del partido, Rosario Soto, confió en que la alternancia se logrará gracias a una alta participación y al "castigo" de los ciudadanos a los gobiernos socialistas, tal y como ha ocurrido en Cataluña. Por eso aconsejó a Griñán que "tome nota" de los resultados en las elecciones catalanas. Soto recordó que el anterior presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el propio Griñán "apoyaron" al tripartito catalán, una coalición que todos consideran hoy un error.
Desde IU, su coordinador, Diego Valderas, opinó que el resultado electoral es "un aviso a la incoherencia política" porque la ciudadanía "ha castigado a los que hacen lo contrario que lo que predican", es decir "al PSC".