Griñán y Arenas, y por extensión las figuras nacionales de sus filas que participan en la campaña electoral, han empezado a batirse en la arena política municipal. Esto tiene una contrapartida para los candidatos socialistas y populares, que ven cómo sus superiores les roban titulares y minutaje bajo los focos mediáticos. Inevitablemente ha comenzado la larga precampaña para las autonómicas y las generales de 2012 -incluso para las primarias socialistas de este verano, dicen en el PP-. Los populares se sienten cómodos haciendo pasar los comicios locales por un plebiscito al Gobierno andaluz. Los socialistas responden que sus adversarios se han apoltronado en esa estrategia porque no tienen propuestas para los municipios y "su único programa es pedir elecciones anticipadas".
El secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, acompañó ayer a la candidata socialista a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, en un mitin al que también acudió la ministra de Defensa, Carme Chacón. Griñán quiso reforzar su legitimidad en los "132 años de historia del PSOE", que esgrimió para defenderse del vaticinio de Arenas según el cual esta campaña será "el principio del fin del PSOE". El líder socialista recordó que su oponente "ha militado en cuatro partidos", mientras los socialistas han gobernado en Andalucía desde los 80. "Arenas y Rajoy han nacido para perder. Se plantean estas municipales como un asalto al poder. Creen que las pueden ganar porque no son ellos quienes se presentan", dijo. Chacón también habló de la "mala racha" de Arenas. "Parece que para él gobernar es imitar a Francisco Camps [presidente de la Generalitat valenciana del PP], con lo poco que le gusta que le copien el traje", añadió.
Mientras Griñán empuñaba la "veteranía socialista" en Málaga, el líder del PP-A, Javier Arenas, blandía justo el discurso contrario en Posadas (Córdoba). Arenas se mostró orgulloso de que sus candidatos en las municipales sean "más jóvenes que los que presenta el PSOE". "Existe una diferencia abismal con los del PSOE en cuanto a la media de edad", dijo. El líder popular ha monopolizado la palabra cambio en esta campaña. Quiere que el electorado la identifique con las siglas del PP y que empiece a asimilar que "el cambio de ciclo político después de 30 años de dominio socialista en Andalucía". De ahí que reivindique la juventud como un valor, aunque en el pasado también la usó como un arma, por ejemplo para atacar a la joven Ejecutiva regional del PSOE, representada por Susana Díaz (secretaria de Organización) y Mario Jiménez (portavoz parlamentario), a los que llama los "cachorros" o "generación ni-ni" (ni estudian ni trabajan).
Arenas no dejó de atacar ayer a Griñán, aunque nunca lo llama por su nombre "porque nadie le conoce" y no quiere "darle publicidad". "No puede pretender conocer Andalucía en 15 días de campaña", dijo, recordando que él ha visitado personalmente los 771 municipios de la comunidad.
Esfera nacional. La presencia de figuras nacionales en pueblos andaluces arrastró parte del rifirafe político que se oye a diario en el Congreso, sobre todo en el cruce de acusaciones por corrupción (el caso de los ERE contra el caso Gürtel) entre el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría (que estuvo el viernes en Antequera). Chaves, que acudió ayer a un mitin en el Puerto de Santa María (Cádiz) acompañado de su antigua mano derecha, Luis Pizarro, dio mucha importancia a los comicios del 22 de mayo. "No es lo mismo salir de la crisis con un gobierno municipal de izquierdas que con uno de derechas", dijo.
Desde Málaga, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, auguró que su fuerza será "determinante y decisiva" en muchos pueblos tras las municipales, porque representa una opción "de confianza" frente a otras formaciones "que han traicionado los intereses de la izquierda".
La alcaldesa de Jerez pide protección a la Fiscalía
La Junta Electoral de Zona trasladó a la Fiscalía y al Juzgado de Guardia la denuncia que ayer interpuso el PSOE de Jerez de la Frontera (Cádiz) por los “graves altercados” del viernes, en el que un grupo de sindicalistas de la CGT y el Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) “increparon” a la alcaldesa y candidata socialista a la reelección, Pilar Sánchez, “patearon” su coche oficial y arrojaron objetos contra miembros del partido “poniéndolos en peligro”. El PSOE pidió a la Junta Electoral que se dé traslado de estos acontecimientos a la Fiscalía “para que se abran las oportunas diligencias penales”, en su caso, y para que se tomen “medidas preventivas necesarias” para garantizar el “normal desarrollo” de la campaña electoral del PSOE-A de Jerez y la “integridad física de sus candidatos”. Los socialistas condenaron los “graves altercados ocurridos” ante la sede del partido y exigieron al candidato del Foro Ciudadano y ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, que “condene de forma contundente los hechos” y “se desvincule de cualquier tipo de implicación”. Los manifestantes que “atacaron” a Sánchez portaban pegatinas con la cara de Pacheco, según el PSOE.
