El rostro del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, lo reconoce el 52% de los encuestados, aunque no lo suficiente como para opinar si es un buen o un mal político. El 54,7% de los consultados no supieron dar una valoración sobre el sustituto de Chaves. Los que saben quién es le ofrecen una nota aceptable (6).
Griñán fue investido presidente de la Junta el pasado 23 de abril, justo un mes antes de que empezaran a hacerse las encuestas que conforman este sondeo. En ese periodo, el muestreo entre los 1.400 consultados dejó ver que el 52,2% sabe quién es el político que ha sustituido a Manuel Chaves después de 19 años. Griñán es más reconocido entre los hombres (61,5%) que entre las mujeres (43%), y sobre todo entre los más mayores, donde el PSOE andaluz siempre ha tenido un importante granero de votantes.
El nuevo presidente de la Junta tiene ahora 63 años. No es de extrañar que su generación sepa de dónde viene Griñán: que fue ministro de Sanidad y Consumo entre 1992 y 1993, que ocupó la cartera de Trabajo y Seguridad Social entre 1993 y 1996, y que ha sido uno de los políticos más vinculados a la imagen de Chaves, sobre todo en las dos últimas legislaturas como consejero de Economía y Hacienda.
El 60% de los andaluces que rondan su edad lo conocen, el 64% entre los que están entre los 45 y los 59 años, que es la franja de edad más activa políticamente, según todos los sondeos electorales. Este porcentaje baja hasta el 53% entre los 30 y los 44 años, y entre los jóvenes de 18 a 29 años, el nuevo presidente aún no es muy conocido.
A pesar de que el índice de conocimiento no es abrumador, en una escala del 0 al 10, Griñán obtiene una calificación media de 6. Es una nota aceptable, incluso alta, teniendo en cuenta que la mayoría de los encuestados no se ha atrevido a valorar el trabajo del presidente. En casos en los que el personaje sobre el que se interroga en una encuesta no es muy conocido, la valoración suele ser alta, porque quienes lo conocen le dan una calificación positiva, y quienes no lo conocen, evitan dar su opinión.
El 54,7% que asegura conocer a Griñán no es capaz de dar una valoración aproximada sobre éste. El 61% de los mayores de 45 años, que en teoría son los que aseguran conocerle mejor, tampoco saben darle una calificación. Los mayores de 60, en cambio, ofrecen la nota más alta al presidente (6,7).
Entre los votantes de otros partidos políticos, Griñán obtiene una nota aceptable, una calificación media superior a 5. Los electores del Partido Popular le dan la calificación más baja, pero aún así es un aprobado (5). Entre los simpatizantes de IU y del Partido Andalucista obtiene la misma puntuación (5,5), y los socialistas, como es lógico, le dan un 7,2 a su candidato.
Aquellas personas que se pronunciaron sobre las virtudes y los defectos de Griñán coinciden en que se trata de un político experimentado (4,2%), trabajador (3,9%) y honesto (3,7%). Entre sus fallos, los encuestados le tachan de continuista (1,5%), desconocido (1,2%) y falto de experiencia para gobernar (1%). No obstante, es preciso relativizar estos calificativos, porque el 95% de los entrevistados reconoció que no conocía lo suficiente al presidente como para buscarle un defecto, y algo más del 85%, con la misma excusa, no supieron enunciar una virtud.
