Fin de curso. El presidente de la Junta tiene previsto hacer esta semana balance de sus cien días. El equipo de la Casa Rosa lleva días trabajando en los datos. Será el presidente quien, según la Oficina del Portavoz, asumirá el protagonismo.
Buenos datos. Además antes de echar el telón al curso político en el Gobierno esperan el barómetro que elabora el Capdea de la Universidad de Granada y que está previsto que se presente el miércoles. Griñán obtiene el aprobado, pese a la crisis, y un índice de conocimiento "satisfactorio".
Muy catalán. La presencia del presidente esta semana en Madrid ofreció dudas sobre si era el de Andalucía o el de Cataluña. ¿Cómo es posible que la gran mayoría de las preguntas en el foro al que asistió fueran sobre esa otra comunidad? Griñán trató de no picar el anzuelo y ahorró una andanada contra los catalanes que muchos estaban esperando. Pero no pudo evitar ponerle la puntillita a los nacionalistas de ERC.
Fusiones. Chaves no puede ocultar que siente una gran satisfacción personal al ver avanzar el mapa financiero andaluz hacia esa gran caja que llevaba una década acariciando. En el Gobierno andaluz la consigna es discreción pero a nadie se le puede escapar que está jugando un papel mucho más activo del que quiere aparentar. El único verso suelto es el de Caja Granada y en el PSOE parecen tener claro que ahora no es el momento de apretar. También a Cajasol le piden que frene hasta septiembre cualquier paso.
Da miedo. Concha Caballero reprodujo en un artículo en este periódico esa canción de moda entre los adolescentes que desprecia a esas tías "follables" y "calienta braguetas" que visten de forma provocativa y son unas "guarras". Es el "neomachismo" que pone los pelos de punta y que quizás invita a siete energúmenos a acorralar a una niña en una piscina o una playa y violarla. Da pánico. (Recomiendo la lectura).
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