Griñán: "La presidencia de la Junta debe renovarse periódicamente"

El anuncio de Griñán de dar un paso atrás eclipsa el contenido del Debate de la Comunidad.

el 26 jun 2013 / 13:38 h.

grinan-parlamentoCasi una hora y media después de tomar la palabra, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, confirmó en el Parlamento que dará un paso atrás y que no volverá a presentarse a unas elecciones. “La presidencia de la Junta debe renovarse periódicamente”, zanjó. Dejó el anuncio para el final de su discurso, justo cuando habló de limitar por ley a dos mandatos la presidencia del Gobierno andaluz, una iniciativa que también trasladará a su partido, el PSOE andaluz. Este paso atrás no es una “decisión personal”, sino “coherente”, dijo, con sus valores en política. “Hay que dar paso a savia nueva”, aseguró. El primer debate del Estado de la Comunidad de esta legislatura (el primero en la historia con un Gobierno de PSOE-IU) ha quedado no en un segundo plano, sino en un tercero tras el bombazo informativo de la sucesión del presidente de la Junta. No se ha hablado de otra cosa desde bien temprano en los pasillos del Hospital de las Cinco Llagas. Tanto que un asesor de la Junta ironizaba: “¿Debate, qué debate?”. A casi 40 grados de temperatura esperaba un enjambre de cámaras, micros y periodistas la aparición de cualquier político que reaccionara a la noticia. La mayoría de los diputados y también los colaboradores o asesores del Gobierno confesaron que se enteraron anoche y que aún lo habían digerido. Muchas preguntas y todavía pocas respuestas. Poco antes de las 12 –hora de comienzo de la intervención de Griñán en la tribuna—atravesó el patio del Parlamento la delegación de IU. Las cámaras rodearon al excoordinador regional y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, que dijo respetar la decisión de su socio en San Telmo y ha dejado claro: “El Gobierno, a gobernar”. Junto a Valderas, el nuevo líder de IU, Antonio Maíllo, que se estrenaba en un debate en la Cámara, eso sí, de oyente porque no es diputado. Luego irrumpió el presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, también flanqueado por sus más estrechos colaboradores pero sin levantar mucha expectación. Minutos antes, un asesor del alcalde de Sevilla no ocultaba su alegría: “¡Qué gran día!”. Por último, llegó el más esperado, aunque solo los más afortunados pudieron verle la cara o fotografiarle. Griñán intentaba abrirse paso entre una nube de periodistas. Le acompañaba sus personas de confianza: Mario Jiménez y Susana Díaz, a quien todos llamaban ya la sucesora. Ella vestía de blanco impoluto. Ninguno abrió la boca.

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