Economía

Griñán: "No pondré obstáculos nacionalistas"

El presidente, sin embargo, pide que no se pierda su vinculación a la economía local y al territorio

el 01 jun 2010 / 22:05 h.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, aseguró ayer que Andalucía "no va a poner obstáculos de tipo nacionalista a las operaciones que sirvan para fortalecer a nuestras cajas". Aunque sí dejó claro que le resultaría "un error histórico" que la reestructuración actual del mapa financiero "termine con el modelo de cajas de ahorros".

Fue la parte final del discurso que el presidente Griñán pronunció en el Foro Antares, la que sin duda levantó más expectación y más comentarios. Sólo estuvo presente uno de los presidentes de cajas andaluza, Antonio Pulido, responsable de Cajasol. En mitad de las turbulencias que sacuden el mapa financiero andaluz, se aceleran las fusiones y mientras el crédito sigue sin fluir, Griñán defendió el actual modelo de entidades de ahorros vinculadas al territorio y más orientadas hacia la economía local. "Podemos cuestionar su dimensión pero nadie ha explicado aún por qué es cuestionable el modelo", señaló.

El presidente andaluz dio un tirón de orejas a las cajas de ahorros y también al Banco de España. Recordó que justo hacía cuatro años que había estado en ese mismo foro de debate y entonces, levantando suspicacias y comentarios en el sector, recriminó a las cajas su excesiva inversión en el ladrillo.

Entonces aconsejó a las cajas que "deberían ir reduciendo su inversión en el sector inmobilario". Eso causó, recordó, "reacciones de protesta". Un indicador de la "escasa conciencia" de los riesgos que hoy se han hecho realidad. En España ha habido "mejores supervisores" que en otros países, aseguró Griñán, aunque se mostró convencido de que también "podría haberse hecho algo más". "Ése ha sido nuestro talón de Aquiles" y "el mayor responsable del cierre de los grifos", añadió. Un problema que, a juicio del presidente, sigue siendo acuciante, sobre todo para los empresarios. "El crédito sigue siendo un bien escaso".

Durante todo el día de ayer, la operación de Caja Granada fue motivo de comentarios en las filas del gabinete de Griñán. Antonio Jara, presidente de la entidad, no es en absoluto un cajero que haga la guerra por su cuenta sin dar explicaciones a la Junta, admitieron fuentes del Gobierno.

Cuando la tarde del lunes el consejero de Economía, Antonio Ávila, le pidió a Jara que "mirara al sur" en sus fusiones ya era tarde. Una semana antes le habían pedido que no entrara en la operación, pero Caja Granada ya estaba decidida. Jara impulsó el proyecto, Griñán le dio antes el visto bueno. Basta mirar las hemerotecas.

Pero el cambio de opinión de la Junta se debe a que en mitad de esa negociación los curas reventaron la fusión de Cajasur con Unicaja. En ese momento la Junta, cuyo proyecto financiero se desbarata, manda frenar a Caja Granada porque quiere calibrar otras posibilidades, pero Jara está molesto: ¿cómo va a acudir ante su consejo de administración y a pedir un cambio de rumbo total? El Gobierno andaluz en parte lo entiende, según fuentes del Ejecutivo, y ayer en público moderó su discurso. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, aseguró que el SIP que hoy tiene previsto aprobar la caja granadina "no es lesivo" para el sistema financiero andaluz.

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