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Griñán presidirá la Junta con un proyecto de Gobierno para 7 años

el 16 sep 2009 / 01:01 h.

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I. Morillo / I.Carretero

José Antonio Griñán tiene intención de ser candidato del PSOE a la Junta en 2012. Esa fue una de las condiciones que puso sobre la mesa antes de decir sí a sustituir a Manuel Chaves, según informaron fuentes del partido y del Gobierno andaluz. Los socialistas quieren evitar que aterrice como un presidente de transición.

La jornada de ayer fue la de la espera. La confirmación oficiosa de que Manuel Chaves dejará la Presidencia de la Junta de Andalucía después de 19 años no pudo hacerse oficial porque depende de que José Luis Rodríguez Zapatero haga pública su decisión de remodelar su Gobierno en el que, con toda probabilidad, el jefe del Ejecutivo autonómico ocupará una vicepresidencia tercera. Será, según fuentes socialistas, un espacio concebido para la acción política más que para la gestión pura y dura. Un puesto desde el que Zapatero pretende que Chaves refuerce la coordinación territorial y trabaje en equilibrar la relación con los partidos nacionalistas en un contexto de debilidad parlamentaria del PSOE. La oportunidad del dirigente andaluz de desplegar su arraigado concepto del Estado.

Cuando hoy Zapatero diga la última palabra sobre su crisis de Gobierno -ayer trascendió su enfado por la filtración de sus planes-, se cerrará la era Chaves en Andalucía y será José Antonio Griñán el encargado de abrir una nueva etapa. Fuentes del Ejecutivo autonómico y del PSOE-A coinciden en asegurar que la decisión de que Griñán sea el relevo del presidente de la Junta fue una propuesta del propio Chaves que el secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, aceptó sin fisuras. El barón andaluz, que llevaba algo más de diez días sopesando seriamente la oferta de irse a Madrid, ha podido elegir a su sucesor sin imposiciones de la dirección federal, remarcaron fuentes del PSOE. La trayectoria de Griñán no es discutida en el partido, en el que pese a su escasa actividad orgánica ha ganado peso desde su regreso a la Junta en 2004.

Fuentes conocedoras de cómo se han fraguado los hechos apuntan que son dos las condiciones fundamentales que Griñán habría puesto encima de la mesa para aceptar quedarse en la Presidencia. Una, tener manos libres para hacer su equipo -el actual Gobierno aún no ha cumplido ni un año desde su toma de posesión-. Otra, no acceder al poder como un presidente interino.

Según este planteamiento, en la hoja de ruta de los socialistas andaluces está que Griñán -que tiene sólo un año menos que Chaves- sea candidato en las elecciones autonómicas de 2012. La dirección socialista no quiere dejar ningún margen en este sentido, entre otras cosas, porque entiende que hacerlo sería darle un claro argumento de desgaste a la oposición, que vería en Griñán al encargado de dirigir una etapa de transición y no a un sólido jefe de Ejecutivo. La apuesta pública por Griñán como candidato para 2012 aborta además las aspiraciones sucesorias que podría despertar el que la candidatura a la Junta para los siguientes comicios estuviese vacante.

La dirección de los socialistas pretende que la puesta de largo de Griñán en el partido se escenifique en un Comité Director del PSOE-A -el máximo órgano de poder entre congresos- en el que el futuro presidente de la Junta, tras su designación por parte del partido, presentará su proyecto con la mirada puesta también en la próxima legislatura.

Lo que no entra en los planes del partido, según esas fuentes, es que Chaves dé un paso atrás al frente del PSOE-A. Su intención es seguir en la secretaría general de los socialistas andaluces y mantener como dos a su vicesecretario general, Luis Pizarro. Él es el tercer vértice de un triángulo de poder que será clave para entender lo que ocurra en los próximos años.

Con su continuidad al frente del partido Chaves sigue teniendo un pie en Andalucía. En este contexto cobra especial relevancia la foto de hace hoy una semana en Madrid, en la cita de la Interparlamentaria del PSOE-A: todos los diputados andaluces en torno al presidente de la Junta. El discurso de Chaves ahí fue todo un anticipo de la que será su línea de trabajo en adelante: habló de la necesidad de dar aliento a Zapatero en estos tiempos duros. Para eso, sostienen en el PSOE andaluz, le ha fichado.

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