Con los funcionarios en pie de guerra por el recorte salarial del 5% de sus salarios anunciado por Zapatero, el presidente andaluz responde que sí a una auténtica reforma de la administración que premie al que más trabaja. Griñán deja además la puerta abierta a que se suban los impuestos para las rentas más altas, advierte de que las prejubilaciones son "un despilfarro social que habría que cortar" y avisa de que Andalucía no volverá a crear empleo "hasta mediados o finales del año que viene".
Griñán mantuvo un encuentro con los internautas en El País un día después de que asumiera en el Parlamento todos los recortes del plan de ajustes del Gobierno central. La Junta trabaja en un documento de ahorro que presentará en el Parlamento antes del 22 de junio y que además de recortar los salarios de funcionarios, empleados de las empresas públicas y altos cargos, reestructurá el sector público andaluz, reducirá la factura farmacéutica y reprogramará las inversiones en grandes infraestructuras.
En pleno debate interno del PSOE sobre si Zapatero debe o no tomar medidas para las rentas más altas, Griñán aseguró que esa propuesta "no le suena mal". Lo que sí descartó fue que el PSOE deba cambiar a su candidato a la presidencia del Gobierno.
El presidente andaluz aseguró que "los funcionarios son imprescindible en una sociedad que funciona" aunque sí advirtió de que no es lógico que haya grandes diferencias salariales entre los empleados públicos del Estado y la Junta frente a los ayuntamientos, por lo que confió en que sería "lógico" que las reformas en marcha "corrigieran" esa desigualdad.
Sobre las empresas públicas andaluzas, Griñán aseguró que se va a "racionalizar su dispersión, a hacer una organización más eficiente y probablemente un ahorro de medios que las haga operativas con menor gas
