Ha sido un año muy complicado para el diálogo social y el propósito del Ejecutivo andaluz es recuperar la confianza y el apoyo de los sindicatos para encarar un 2011 que consideran decisivo para comenzar a remontar la crisis. Además es un año electoral, habrá comicios municipales en mayo, y decisivo antes de las elecciones autonómicas de 2012. El objetivo: recuperar la paz social. Griñán lo intentará cuando en Madrid el Gobierno de Zapatero empieza a desbrozar el diálogo con las centrales sindicales.
en la cuerda floja. En noviembre de 2009, Griñán firmó con sindicatos y patronal el VII Acuerdo de Concertación Social.
La estampa desafió a la crisis.Cuando las turbulencias económicas ya se habían apoderado del escenario, los agentes sociales y económicos junto al Gobierno marcaron la diferencia y sellaron la paz social como venían haciendo sin interrupción desde 1993. Pero ha sido un acuerdo muy frágil, que se ha llevado más tiempo estancado y en la cuerda floja que desarrollándose. La comunicación con el Gobierno, según los sindicatos, ha estado muy lejos de ser fluida.
En plena crisis y con una huelga general por medio, los sindicatos han endurecido su perfil y sus avisos al Gobierno. También ellos cambiaron de estrategia para ganar crédito cuando empezaron las voces que denunciaban su pasividad ante la crisis. CCOO y UGT dieron un ultimátum y amenazaron con movilizaciones ante la parálisis de la concertación.Aseguraron que no había reuniones y el Gobierno andaluz se empeñó en formar las mesas de trabajo. Sin embargo la sensación de los dos sindicatos es que en temas clave como la reactivación de la economía, la recuperación de empleo o la protección social hay muchas medidas sobre el papel que urge priorizar. "CCOO va a exigir un impulso sobre estos ejes", señaló Carbonero. "Hay que intensificar instrumentos. Hay 370.000 familias en Andalucía sin ningún ingreso, gente que no tiene empleo ni posibilidad de tenerlo a corto plazo y esto es una urgencia social", avisó Pastrana. La extinción en febrero de la ayuda nacional de 426 euros para los parados de larga duración complica el escenario. Las serias restricciones en el Presupuesto andaluz para 2011 tampoco dan margen a la Junta.
El diálogo social andaluz ha sufrido envites nacionales como el paro del 29 de septiembre, la reforma laboral o la de las pensiones. También vaivenes como los sucesivos cambios de Gobiernos en Andalucía -que según los sindicatos los han tenido meses sumidos en el "desconcierto"- o el plan de ajustes y recortes -con medidas en los tribunales como el tijeretazo salarial en las empresas públicas-.
Ha habido también encuentros importantes entre la Junta, CCOO y UGT, como el pacto por la reforma del sector público o el acuerdo entorno al plan de internacionalización de las empresas andaluzas. Y desencuentros puntuales en el pacto de vivienda o el plan Proteja (de reactivación del ladrillo), que en contra de la opinión de los sindicatos se suprimió. Quedan sobre la mesa otros temas como la ley de cajas.
Sobre si la reunión marcará un punto de inflexión, CCOO y UGT dicen que no, que seguirán con sus movilizaciones.
Primera cita tras la foto de Herrero y Arenas
El presidente de la Junta recibirá hoy en San Telmo a primera hora al presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero. Se reunirá por separado con el jefe de la patronal y con los sindicatos -citados para la tarde-.
Será la primera vez que Griñán converse -al menos oficialmente- con el presidente de la patronal andaluza después de su aventura frustrada de presidir la CEOE. Durante su campaña hizo gestos que levantaron ampollas en la Junta. Declaraciones de Herrero desmarcándose de la concertación en Andalucía o asegurando que "España está en el camino del rescate" y criticando con fiereza las políticas de Zapatero, no sentaron nada bien en el Ejecutivo andaluz. Pero si hubo algo que escoció fue la foto que Herrero buscó con el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, en la recta final del duelo electoral en la patronal. Incluso públicamente el Gobierno andaluz mostró su preocupación porque determinados intereses electorales pudieran poner en riesgo el diálogo social en la comunidad.
El que en este año largo la comunicación de la Junta con los sindicatos haya sido difícil, no significa en absoluto que haya existido una relación constructiva con los empresarios.
Los recortes en el Presupuesto y la caída drástica de la inversión pública han obligado a la Junta a acudir a la fórmula de la cofinanciación público-privada para sostener sus grandes obras. El saldo de esta apuesta es sin embargo bastante tibio. El pasado año, 2010, se consignaron en el Presupuesto un total de 257,5 millones de euros. En este ejercicio, la Junta ha confiado a la iniciativa privada 514,9 millones. La fórmula está estancanda principalmente por la falta de crédito de la banca y hasta la fecha solo tres obras se han licitado bajo este paraguas.
