Griñán reclama un PSOE unido para liderar la política "decente"

El presidente Griñán enfatizó ayer en Almería, rodeado de socialistas, el discurso de la unidad del partido. Arenas se mostró convencido de que ganará las próximas elecciones.

el 18 oct 2009 / 18:38 h.

No habló de liderazgos, de bicefalias, de quién lleva o debe llevar la vara de mando en el PSOE andaluz. Eso era una página turbia que había que pasar rápida. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, aprovechó la Fiesta de la Rosa de los socialistas, celebrada en Bentarique (Almería), para hablar de unidad de acción y de bloque consolidado, sólido y cohesionado. "Hay que ir todos a una", resumió.

Ante un auditorio de 5.000 incondicionales, Griñán pidió un PSOE "unido y fuerte" para liderar tanto Andalucía como España y ser un referente de "responsabilidad y decencia", valores que opuso a las presuntas tramas de corrupción destapadas en torno al PP con el caso Gürtel. "Tenemos que basarnos en estos principios para trabajar duro y defender a los ciudadanos", reclamó, tras insistir en que el PSOE debe acometer la "reconquista" del levante -hoy patrimonio de los conservadores- comenzando por Almería, una provincia donde el PP tiene amplio predicamento desde hace décadas.

Griñán insistió en que "no todos los políticos son iguales" -en nueva alusión velada a Gürtel-, sino que los socialistas creen en sus "fuentes", en la ética y la responsabilidad en la gestión como base "para conquistar el poder y transformar la realidad". "Es lo que hacen las clases obreras", señaló, acudiendo a términos ideológicos poco frecuentes en su discurso cotidiano.

Al presidente del PP autonómico, Javier Arenas, sólo le lanzó un dardo, recordando que "hace unos meses dijo públicamente que su intención era importar a Andalucía las recetas" del presidente valenciano Francisco Camps, ahora en la cuerda floja. Sus disparos más encendidos fueron esta vez para el líder nacional del PP, Mariano Rajoy, al que acusó de montar "una campaña bien orquestada" contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, "sin argumentos, no por algo, sino contra algo" y basada en los fundamentos "de la derecha más rancia y retrógrada". Como ejemplo, el presidente andaluz tomó la protesta contra la nueva ley del aborto del pasado sábado en Madrid. "Si sacan las banderas a la calle -dijo- es porque nuestra política le está pisando los callos". "Los tiempos que están por venir harán más ciego a Rajoy", concluyó.

Los populares no tuvieron tiempo de contestarle. A la misma hora que Griñán intervenía ante sus militantes, Rajoy y Arenas visitaban una granja en Grazalema (Cádiz). Ambos se mostraron "convencidos" de que "ha llegado el momento del PP" en la región ya que, según Arenas, "es la primera vez en 30 años de democracia que el cambio político se toca con la yema de los dedos". El presidente del PP-A renunció a hablar de "euforia o triunfalismo", pero sí animó a los suyos a "trabajar más" porque "la alternativa de Gobierno y el cambio en Andalucía no sólo es necesario, sino posible". De paso, defendió su apuesta por el municipalismo y denunció que hay 700 ayuntamientos que no superan la renta media de Andalucía, por lo que su grupo parlamentario pedirá medidas que fomenten el medio rural.

Ley de cajas. Pese a estos desencuentros, PSOE, PP e IU deberán sentarse hoy para intensificar los contactos que desemboquen en un acuerdo para la reforma de la Ley de Cajas, después de que este fin de semana se hayan producido varias reuniones. La Junta quiere llevar el texto mañana al Consejo de Gobierno.

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