C.Rengel / M.Ureta
Lleva una semana en la diana del PP por la subvención que su Gobierno dio a la empresa donde trabaja su hija, pero ayer, en Sevilla, Chaves recibió el cariño de los suyos. Hasta Griñán, que hasta ahora se había desmarcado de la bronca política, entró al trapo y acusó a Arenas de querer "vengarse" por su "triple derrota" en las urnas.
"Aquí me siento como en casa". El que ha sido 19 años presidente de la Junta se dio ayer en Sevilla un auténtico baño de multitudes en una de sus semanas más duras. Manuel Chaves viajó a su tierra para un acto de las europeas y para entregar las Medallas de la Ciudad, pero aprovechó para tratar de zanjar el tema que ha desencadenado la bronca más agresiva en el Parlamento: la denuncia del PP por la subvención de 10,1 millones que la empresa donde trabaja su hija Paula recibió del Gobierno que él presidía. Los socialistas lo arroparon en tropel y hasta su sucesor salió en su defensa. Griñán, que en la gresca parlamentaria se había mantenido en segunda fila, cargó directamente contra el líder popular, Javier Arenas: "El que ha perdido tres elecciones contra Chaves ya no sabe qué hacer para vengarse".
Por la mañana, tras la entrega de las Medallas de Sevilla, el vicepresidente tercero del Gobierno estuvo vehemente, impetuoso y muy claro. Atendió a la prensa a petición propia para remachar en Andalucía las palabras que dijo en rueda de prensa en el Senado cuando explotó la polémica. Un Chaves casi encolerizado se puso a disposición del Congreso para dar explicaciones sobre la ayuda a Minas de Aguas Teñidas, un expediente que el PSOE calificó en la Cámara autonómica como "inmaculado". "Ni Paula Chaves ni yo tenemos nada que ocultar, nuestro patrimonio es absolutamente transparente y es lamentable que en el debate político se utilice como munición a la familia", enfatizó en un tono alejado de su moderación habitual. Chaves negó que la subvención a la compañía onubense fuese un dinero puesto directamente en manos de su hija, sino que se entregó "a una multinacional". Por eso tildó de "deleznable" que se acuse a la Junta de arrimar dinero a la empresa "de la hija del presidente o a la empresa del presidente". "Eso no es cierto", repitió, insistente. La polémica se ha construido "sobre la base de medias verdades y falsedades que al final generan una gran mentira", cuyo fin es perjudicar al PSOE y al propio Chaves de cara a las europeas, denunció.
El ex jefe del Ejecutivo andaluz insistió en que la tramitación del expediente ha sido "absolutamente transparente". Por eso no tiene intención de moverse de sus actuales ocupaciones políticas. Si alguien tiene constancia de "una irregularidad" en su gestión de 19 años en Andalucía "que acuda a los tribunales", fue su réplica a los que piden su marcha.
Poco después le esperaban más de un centenar de personas, entre dirigentes del PSOE de Sevilla y simpatizantes, para inaugurar la Casa del Pueblo de la Agrupación de Nervión, donde milita Griñán. Ni el retraso de una hora ni los 40 grados de temperatura desanimaron al personal, que hacía cola para besar y hacerse una foto con Chaves, al que seguían llamando "presidente". En su breve intervención no se refirió al asunto de la subvención y se limitó a pedir a los ciudadanos que vayan a votar el 7-J. "La abstención es la gran enemiga de la democracia", aseguró.
El que sí entró al trapo por primera vez fue su amigo Griñán. El presidente andaluz describió a su antecesor como "el hombre más honesto de la tierra" y acusó a Arenas de "confundir la política con la venganza". "La venganza corroe el alma", señaló. Griñán insistió en que el PP está "usando" la crisis para sacar rédito electoral. "Me daría vergüenza estar deseando que aquellos a los que les pido el voto lo pasen mal", apuntó.
Los populares tampoco dejaron escapar la oportunidad de abundar en lo que consideran un ejemplo de corrupción. Rajoy incluye la subvención a Minas de Aguas Teñidas en su agenda diaria de campaña. "Los impuestos hay que dedicarlos a beneficiar a todos, y no a una hija", manifestó. El número dos del PP-A, Antonio Sanz, aseguró que el PSOE reaccionó de "manera histérica ante la evidencia de que Chaves ha sido pillado", y criticó que "intenten amedrentar al PP para que no siga destapando escándalos".